Borrar
Miren Idoia Fernández posa tras un entrenamiento en el gimnasio. Justo Rodríguez

Cinco mujeres con muchísimo que celebrar

La corredora logroñesa Miren Idoia Fernández ha sido elegida por Pelayo Vida, junto a cuatro compañeras, para cruzar Costa Rica tras haber superado sus cánceres

Juan Marín del Río

Logroño

Sábado, 17 de mayo 2025, 08:14

Barro, humedad, cocodrilos, anfibios venenosos y 263 kilómetros de selva tropical por recorrer. La superviviente de cáncer y corredora de ultradistancia Miren Idoia Fernández (Logroño, 1969) y otras cuatro mujeres han sido seleccionadas por el Reto Pelayo Vida entre 523 candidatas para cruzar de oeste a este los 263 kilómetros de Costa Rica que separan el océano Pacífico del Mar Caribe. Lo harán durante quince días en los que combinarán el rafting, la bicicleta de montaña, el kayak y el trekking.

Esta logroñesa puede decir que «desde hace año y medio» está curada de un cáncer de mama detectado en 2018, cuando estaba «a punto de montar una pastelería tras veinticinco años siendo administrativa contable». «Tenía el local, el proyecto definido, las herramientas, lo tenía todo, pero al final me eché para atrás. Me costó una semana de llorera pero ahora sé que fue una buena decisión», recuerda Fernández. Hoy, esta luchadora vive junto a su marido «como ermitaños» en Cidamón, donde permanece «en contacto con el campo, la naturaleza y los animales».

Un modo de vida que probablemente le sirva de preparación para el reto en mayúsculas que afrontará en octubre. «Vamos a cruzar el país juntas y sin competir porque de lo que se trata es de celebrar que todas hemos salido de esto; no tenemos ningún miedo. No nos quieren dar mucha información sobre el desnivel al que nos vamos a enfrentar o por donde vamos a ir; solo nos dicen que será sorpresa y que nos vamos a acostar mojadas y nos levantaremos mojadas», explica expectante esta «apasionada» del deporte.

La organización del Reto Pelayo Vida quiere guardar cierto misterio sobre las características del recorrido, pero su labor durante los últimos diez años es más que visible. Cada edición lleva a cinco supervivientes a lugares con condiciones meteorológicas extremas, poniendo cara a los millones de mujeres que han sufrido cáncer y demostrando que hay mucha vida tras la enfermedad.

Hasta la fecha son 56 las mujeres que pueden decir que han superado un reto en lugares tan complicados como el Kilimanjaro; la montaña más alta de África, el Annapurna; en la cordillera del Himalaya, los Andes, la Patagonia o la Antártida. Ubicaciones con diferente clima, altitud y condiciones de humedad, pero todas ellas son espacios perfectos para demostrar «que la vida sigue después de todo el proceso», insiste Fernández.

«Vamos a cruzar el país juntas y sin competir porque de lo que se trata es de celebrar que todas hemos salido de esto»

Miren Idoia Fernández

Superviviente de cáncer

«Tres días después de la noticia del médico, corrí el medio 'ironman' de Logroño; no podía quedarme en casa parada sin hacer nada»

Miren Idoia Fernández, antes de contraer la enfermedad, corría pruebas de 100 kilómetros en 24 horas, maratones y media maratones, algo que le «salvó la vida». Dos años antes de contraer el cáncer, le detectaron «un quiste de tres centímetros en los ovarios y como en pruebas como estas se pueden perder cuatro o cinco kilos de grasa», pensó que podría eliminarlo. Efectivamente, así fue, tras un centenar de kilómetros en sus piernas en menos de un día, el quiste había desaparecido. «Los ginecólogos alucinaban porque me iban a operar en cuestión de dos semanas», señala.

Pasado un tiempo, ella misma se detectó «un bulto en el pecho» y pensó que podría tratarse de otro cuerpo similar, «pero esta vez no fue así». «Me hice una tirada de más de sesenta kilómetros para ver si pasaba lo mismo porque yo siempre pienso en positivo. Este bulto no desapareció, sino que se deshizo, fue entonces cuando tras una mamografía me dijeron que era maligno», indica.

El coraje de esta logroñesa hizo que lejos de abandonar el deporte por un tiempo, decidiera que este sería su mejor aliado, tal y como lo había sido hasta el momento de contraer la enfermedad. «Tres días después de la noticia del médico, corrí el medio 'ironman' de Logroño; no lo completé por prudencia, pero necesitaba participar porque no podía quedarme en casa parada sin hacer nada», explica con emoción. Fue un punto de inflexión. En ese momento decidió que «durante todo el tratamiento seguiría haciendo deporte porque solo quería seguir con la vida que había llevado hasta entonces».

Y así fue. Cinco años y medio después, en 2023, Miren Idoia celebró haber superado la enfermedad, algo que no ha dejado de hacer desde entonces. En apenas cinco meses, esta logroñesa se enfrentará a las inclemencias de la climatología tropical en cuatro duras pruebas. Hasta entonces, entrenamientos, reconocimientos médicos y muchas entrevistas. «Lo que más miedo me da son las cámaras; ni la dificultad del reto ni la incertidumbre», explica Fernández reconociendo «ser muy tímida en estas ocasiones».

Una vez superados los 263 kilómetros, Miren Idoia y sus cuatro compañeras alzarán juntas al cielo el grito de «¡Pura vida!» en las paradisiacas playas del Caribe costarricense.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Cinco mujeres con muchísimo que celebrar