Por una Gran Vía sin Juan Carlos I

«Queremos que la Gran Vía se llame Gran Vía». Directo y al grano es el mensaje lanzado desde la denominada plataforma 'Dignidad para la Gran Vía', que ya está dando que hablar incluso antes de ser presentada públicamente, lo que tendrá lugar el próximo 27 de abril en el Ateneo Riojano.

La idea, que nace de una docena de personas unidas en torno al objetivo de que la Gran Vía de Logroño pase a denominarse Gran Vía «a secas, sin apellidos», por una cuestión de «dignidad, sensatez y sentido común», no para de ganar adhesiones –a través del correo 'dignidadparalagranvia@gmail.com'–. Centenares de apoyos en un tiempo récord tras su publicación a través de las redes sociales.

«No se trata de una propuesta que se realice contra nada ni contra nadie. Es, simplemente, una propuesta de sentido común, de sentido práctico y de dignificar la denominación de la Gran Vía en conexión con la historia de la ciudad y el sentir de sus habitantes», se puede leer en un pequeño texto explicativo con el que se dirigen a los logroñeses y logroñesas.

La propuesta, sin embargo, adquiere matices hablando con sus impulsores. «Vista la poca ejemplaridad de quien da nombre a la calle más grande e importante de Logroño...», apunta Carlos Álvarez. «Hay personas que no pueden tener dedicada una calle, ¿te imaginas una Gran Vía del Dioni?», añade Piedad Valverde. Ambos, expresidentes del Ateneo, quieren dejar clara que su propuesta es más cultural que política.

«No hay partidos ni organizaciones de por medio, sino ciudadanos particulares con la decencia por bandera», precisa Valverde, quien apostilla que no se trata de un debate 'monarquía-república' que, en cualquier caso, para Álvarez sí que subyace aunque «sin ser lo principal».

«Que desde la calle se haga homenaje a alguien siempre propiciará un agravio hacia otra persona que quizá pudiera merecerlo más, y sería imposible que por ese camino se concitara el beneplácito de la inmensa mayoría de la población», aseguran en su 'escrito'.

Se trata, pues, «de encontrar el nombre que a nadie moleste y con el que toda persona pueda sentirse cómoda. Se trata, simplemente, de hacer oficial el nombre por el que todo el mundo conoce a esta calle de Logroño: 'Gran Vía'». Sin más.

No es la primera vez, en cualquier caso, que el tema está sobre la mesa. Ya en agosto del año pasado Izquierda Unida pidió que se eliminara el nombre del rey emérito, Juan Carlos I, de la arteria capitalina al considerar su actitud, de la misma manera, de «poco ejemplar».