Una esquina electoral
Estamos en 1979. España acaba de estrenar eso de la democracia después de 40 años, y los carteles de los diferentes partidos peleaban por cada centímetro posible de las fachadas de la ciudad. Esta esquina no es una excepción: avenida de Portugal con lo que entonces era Víctor Pradera, ahora María Zambrano. En primer plano, el edificio en construcción enseña columnas y vigas, y una tapia muy electoral; una esquina ahora ocupada por un bar en busca de quien lo reabra. Enfrente, entonces como ahora, el edificio de Hacienda, también pasto de la propaganda electoral.
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