Borrar
Pasaje de República Argentina. La falta de iluminación provoca inseguridad a los comerciantes. :: Miguel Herreros
Los espacios del miedo

Los espacios del miedo

Pasajes, parques y zonas abiertas, entre los lugares de Logroño que provocan más intranquilidad a las mujeres | «Empezamos a notar un repunte de alumnas desde el caso de 'La Manada'», afirman instructores de defensa personal

África Azcona

Logroño

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 24 de diciembre 2018, 09:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El asesinato de Laura Luelmo en Huelva ha puesto sobre la mesa los 'espacios del miedo' de las ciudades españolas. Zonas que son percibidas por las mujeres como de riesgo sólo por el hecho de ser mujeres. Diario LA RIOJA ha preguntado a mujeres logroñesas cuáles son esos espacios que afrontan en su día a día y las respuestas ponen de manifiesto una sensibilidad creciente y también una mayor intranquilidad sobre un tema (la sensación de inseguridad en la vía pública) que, por otro lado, siempre ha estado presente. Pese a ello, la sensación de vivir en una ciudad segura es general.

Parque San Miguel. Los apagones de luz suelen dejar al parque completamente a oscuras. ::
Parque San Miguel. Los apagones de luz suelen dejar al parque completamente a oscuras. ::

Los solitarios pasajes (unos más que otros) tan característicos de la ciudad, barrios en extrarradios, parques céntricos pero con poca luz... son espacios donde la sensación de miedo aumenta. Diana Torroba, propietaria de un gabinete de estética en el pasaje de República Argentina con Gran Vía, reconoce que el miedo lo ha tenido de siempre. «Apenas hay iluminación, cada vez que bajo la persiana, pasadas las ocho, siempre miro instintivamente a los dos lados. Lo que es una cruz es el botellón, he cambiado tres veces el rótulo de la tienda», señala mientras, como madre joven, reclama que la defensa personal infantil se incluya como extraescolar. Su amiga Sara aporta su experiencia: «Vivo en la calle San Mateo, pegada a la plaza de toros, y eso es la boca del lobo, lo paso fatal. Aunque la peor situación la viví en Muro del Carmen y en horario de vinos: me abordó un hombre por detrás y me empezó a insultar...».

Concha González es de las que elige unas calles y no otras, aunque el recorrido sea más largo, porque sabe que estará más iluminada. Anochece en la Plaza de la Alhóndiga, al lado del Parque del Carmen, y tiene prisas por pasar: «A partir de las siete de la tarde para ir a casa prefiero pasar por Vara de Rey, aunque tengo que dar más vuelta, también la plaza del Carmen, a según qué horas, da respeto...». Soledad, con la última luz del día, regresa de su paseo diario a La Grajera. «Yo, de noche noche, nunca paso, no es un sitio para pasar a oscuras», afirma al poco de rebasar el túnel bajo la circunvalación, en El Arco. La oscuridad no asusta a Marta Santo Tomás; corre sola y acaba de rebasar el polideportivo de la UR: «Yo la zona no la veo mal del todo, creo que hay luz suficiente». Sin embargo, fue a plena luz de día cuando, recientemente, detectó «la presencia de un pervertido» en el entorno de un colegio logroñés. «Fui tras él para espantarlo, pero escapó. Llamé a la policía local y al director del centro», relata.

«Te puede ocurrir en cualquier sitio», resume Olga Pastor, una veinteañera que relata el incidente que también vivió días pasados, a las cinco de la tarde, en el entorno del IES Duques de Nájera: «Iba tranquilamente por la calle y un chico, al que no conocía de nada, me agarró por el culo sin cortarse un pelo, yo volvía de recoger las notas, con mis amigas». Recuerda lo vivido mientras pasa un rato de charla junto a sus amigas bajo la luz de las farolas de la cancha del Parque San Miguel. «Hoy iluminan, cuentan, pero hay veces que están apagadas por completo y el parque se queda a oscuras completamente, «cuando esto ocurre, doy todo un rodeo para ir a mi casa», se suma a la conversación su compañera Sofía Romero, que también relata episodios desagradables en El Semillero: «Hay chicos que increpan de mal rollo, yo ya no voy». Y ¿El Espolón? la plaza más céntrica y transitada también ha sido protagonista de algún suceso nocturno. Karina, camarera del Delicias, asegura que ella la cruza sin miedo cuando sale de madrugada, la policía siempre da vueltas. «Pero sí doy un rodeo para no cruzar La Glorieta».

Los taxistas vienen cumpliendo desde hace mucho el papel de aliados. Y ya lo tienen por costumbre: si el lugar es oscuro, no arrancan hasta que la chica entra en el portal y esta les hace un gesto con la mano. «Es una parte de nuestro trabajo que nos hace sentir bien, lo hacemos de corazón y, además, en cierto sentido nos sentimos responsables de ellas...», afirma el presidente de los taxistas Carlos Javier Vallilengua, quien, por su experiencia, señala entre los puntos de mayor inseguridad de la ciudad el final de la calle Estambrera y zonas abiertas de los nuevos barrios como El Campillo o El Arco... «Hay veces que la Policía Local nos llama para llevar a chicas que, en un momento dado, se encuentran nerviosas, confían en nosotros». Pese a todo asegura que Logroño es segura.

La defensa personal, en alza

Para acabar con el miedo, cada vez más logroñesas se apuntan a clases de defensa personal. Diego Santín y Sergio Corral, de Krav-Maga, son instructores de Logroño Deporte, donde la mitad de los alumnos ya son mujeres. «Cada vez son más y esto tristemente indica la inquietud creciente de la mujer, que viene por ese miedo a la inseguridad, en el ámbito doméstico, pero también cuando va por la calle», señalan. «Claro que tenemos casos de agresiones y en concreto hay una chica que sufrió un intento de violación en Logroño». «A todas les decimos que lo principal es la actitud, valorar la propia integridad, y luego ya viene la técnica». El instructor Jesús Aparicio, especializado en defensa personal femenina e infantil, de la Academia Riojana de Defensa Personal, también ha visto aumentar el número de alumnas, sobre todo desde el caso de 'La manada'. «También ahora coincidiendo con el suceso de Huelva, vinieron dos chicas el mismo día». A sus clases de Avenida de la Paz acuden 30 mujeres de 13 a 50 años y entre ellas también hay casos de agresiones. «Tuve un caso de violación en el pasado, es un tema del que prefiero no hablar. Ahora ha llegado una chica a la que un desconocido, en una zona de copas, le propinó un golpe en la cara sin venir a cuento...». El Ayuntamiento, por su parte, aprobó por unanimidad en marzo la moción presentada por el PSOE que solicitaba la introducción de paradas a demanda de las mujeres que lo soliciten o intermedias a las ya establecidas en las líneas de Bus Búho por la noche para que las mujeres se sientan más seguras al llegar a sus casas. Su promotora, Izaskun Fernández, reivindica «más que nunca este acuerdo, que de momento no ha avanzado...».

Plaza de la Alhóndiga. Pese a estar en el centro, es uno los 'puntos negros' de la ciudad. ::
Plaza de la Alhóndiga. Pese a estar en el centro, es uno los 'puntos negros' de la ciudad. ::

Polideportivo de la UR. Sitio muy frecuentado por 'runners'. :: :
Polideportivo de la UR. Sitio muy frecuentado por 'runners'. :: :

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios