La emblemática esquina del Capitol de Logroño vuelve a la vida con una nueva apertura
El lugar donde antiguamente se situaron las oficinas del Banco Guipuzcoano acogerá la ampliación de un negocio contiguo, la boutique Amadeo
No son pocos los paseantes que al encontrarse con las obras en los bajos del edificio que se eleva en las confluencias de la avenida Solidaridad y la calle Villamediana de Logroño, se preguntan qué negocio va a abrir en esa emblemática esquina. Pues bien, la respuesta la encuentran a unos pocos metros, en un local contiguo. La boutique Amadeo ha decidido ampliar sus instalaciones y sus responsables han hallado en ese enclave el lugar adecuado para alcanzar ese objetivo.
Daniel Arnedo, que ya cuenta con otra tienda en Pamplona, es el actual responsable del establecimiento de ropa y complementos y reconoce que esa esquina, la del edificio Capitol (popularmente conocido como el del Guipuzcoano gracias al rótulo que lo coronaba) siempre había despertado su interés. «Llevo desde 1996 aspirando a ello», admite justo después de explicar que la tienda de Logroño lleva el nombre de su padre, quien la puso en marcha en 1983. «En aquel entonces, era muy pequeña, quizás unos 50 metros, y a partir de ahí fue creciendo», relata Arnedo.
La última reforma data de 2004. «Han pasado ya veinte años desde entonces y se requería una renovación», expone Arnedo, quien no quiso pasar la oportunidad de alquilar el local por el que anteriormente habían pasado otras marcas de moda, así como algún negocio hostelero y financiero, más allá de las oficinas del Banco Guipuzcoano.
El reto ahora pasa por exponer mejor las colecciones. «Para conservar a nuestros clientes, atraer a la gente joven y al turismo», precisa el responsable. Las características del enclave permiten ponerse esas metas. «Tiene una fachada muy grande y eso va a ayudarnos a que se vea muy bien el local y a que la ropa sea protagonista», sentencia Arnedo antes de añadir otras posibilidades que otorga esa ampliación. «Va a ser un espacio diferente que puede servir de 'showroom', hacer exposiciones, como centro cultural, para organizar eventos...», enumera. Además, no faltarán «vestigios» del antiguo edificio como una escalera de caracol que se ha recuperado para la causa en una propuesta que, de momento, no tiene una fecha fija de apertura. «No me meto presión al respecto porque lo que sí que pretendo es que se haga exactamente lo que quiero», resalta Daniel Arnedo. De cualquier manera, ya falta menos para que la emblemática esquina del Guipuzcoano vuelva a tener vida.
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