Un paso tan fugaz como el arcoíris

Sólo fueron unas horas, pero las suficientes como para que el hecho trascendiese e incluso provocase todo tipo de reacciones... El paso de peatones ubicado en la confluencia entre Duquesa de la Victoria y Capitán Cortés, que comunica las peatonales con la Glorieta donde se emplaza el instituto Sagasta, amanecía el pasado jueves pintado con los colores de la bandera arcoíris representativa del colectivo LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero e intersexuales) y ya esa misma mañana el Ayuntamiento de Logroño restituía el blanco original.

La cuenta oficial de Twitter de Marea Arcoíris Rioja no tardaba en reflejar lo sucedido. «El @AytoLogrono elimina un paso de cebra con la bandera arcoíris. #LGTBIfobia», podía leerse en la citada red social provocando reacciones en las que se acusaba de homofobia a la Administración local. Acusaciones que no eran compartidas por todos pues ayer mismo llegaba una carta a Diario LA RIOJA de alguien que, «como persona homosexual y no afín ideológicamente el PP, quiere manifestar que cometer delitos que pongan en riesgo a los ciudadanos no es luchar por mis derechos».

Eunate García, portavoz del colectivo, explicaba ayer que, aún no sabiendo de donde partía la iniciativa -en otras ciudades lleva sucediendo desde el último Día del Orgullo-, sí que sorprendía la celeridad con la que el Ayuntamiento de Logroño había actuado. «Se trata de una acción positiva, de visibilización del colectivo y no violenta y no entendemos cómo para algo así se dan tanta prisa», cuestionaba García. El concejal de Transporte Urbano, Tráfico y Vías Urbanas, Francisco Iglesias, ajeno a toda polémica, explicaba que desde el equipo de Gobierno «se hubiese actuado igual si lo hubiesen pintado de verde o de rosa... e igual que cuando cualquier tipo de señalización, horizontal o vertical, se ve alterada pues se trata de elementos de seguridad».

Iglesias cuenta que ya desde primera hora de la mañana se produjeron llamadas al 010 dando aviso del paso arcoíris e que incluso los técnicos lo habían localizado procediendo inmediatamente a su restitución. «Las marcas viales son sagradas, elementos de seguridad fundamentales establecidos por ley con los que nadie debería jugar...», sentencia llegando a exponer que su alteración podría ser constitutiva de delito.

La concejalía se puso en contacto con la adjudicataria del servicio de señalización para que de inmediato procediese al repintado. «Hubo que fresar el paso para volver a repintar... no ha sido más que un acto vandálico, que puede generar accidentes y problemas, y que esperemos que no se vuelva a repetir». La Policía Local ha sido avisada al respecto. «Estamos hablando de seguridad y actuamos y actuaremos como siempre hacemos», concluyó.