El coste de un descenso

En el fútbol, escenario tremendamente mercantilizado, todo tiene un precio. Desde el técnico hasta el último jugador; desde la ubicación de la primera valla publicitaria hasta la más escondida; desde la más hábil negociación hasta la menos favorable. Y de la misma forma que el ascenso se traduce en más ingresos, el descenso conlleva una considerable bajada en los mismos. En el caso de la UD Logroñés, la pérdida de categoría se traduce en la pérdida de más de 400.000 euros cuyo origen está en las arcas públicas.

UD Logroñés, Calahorra y SD Logroñés tienen por delante la negociación económica con el Gobierno de La Rioja y con sus respectivos ayuntamientos pensando en la temporada que se avecina. Campaña cuyo gran atractivo reside en el cambio de denominación, pero que en realidad sigue siendo el tercer peldaño del fútbol nacional. Es decir, el mismo para los dos últimos y el inmediatamente inferior para la UD Logroñés.

El conjunto que preside Félix Revuelta logró arañar hasta 633.000 euros con origen en Comunidad y Ayuntamiento. El Calahorra extrajo una cifra algo superior a los 150.000 euros (más alguna aportación posterior), mientras que la SD Logroñés completó su presupuesto con 190.000 euros firmados con ambos organismo públicos.

Los tres clubes ya han llamado a los correspondientes estamentos. La Federación Española ha puesto en marcha una competición en la que las exigencias económicas están definidas en su capítulo de gastos, pero en la que la partida de ingresos es más que difusa. Es un grupo muy amplio, geográficamente hablando, en el que los costes de desplazamiento son considerables, pero los clubes no saben qué ingresos pueden obtener por partidas tan simples como las de abonados o en los derechos de televisión. Estos suenan a las cuentas de la lechera. Es decir, sujetos a la imaginación.

La UD Logroñés ha percibido esta temporada 381.000 euros del Ayuntamiento capitalino y 252.000 euros del Gobierno autonómico. En total 633.000 euros, cifra considerable, pero muy similar a la que hace más de dos décadas percibía el CD Logroñés solamente de la Comunidad Autónoma que entonces presidía Pedro Sanz a través del programa La Rioja Calidad. Eran, indudablemente, otros tiempos.

Calahorra y SD Logroñés, que la pasada campaña militaron en Segunda B, marcan la pauta económica en la categoría. Si algo tienen claro en la sede del Ejecutivo es que la nueva Primera RFEF sigue siendo la tercera categoría del fútbol nacional más allá de títulos. Clubes como el Calahorra o SD Logroñés defienden 'el ascenso' de división; y la UD Logroñés explica que el descenso no es a Segunda B, sino a Primera RFEF. Sea como fuere, tanto Calahorra como SD Logroñés percibieron esta pasada campaña 110.000 euros del Gobierno de La Rioja. Los blanquirrojos han sumado, además, 80.000 del Consistorio que encabeza Pablo Hermoso de Mendoza, mientras que los rojillos han ingresado, en origen, unos 50.000 euros de su Ayuntamiento, a los que se añade alguna partida posterior.

De momento, las cifras que llegan del Gobierno se amplían. Hace dos meses, Concha Andreu, presidenta regional, desveló un aumento del 10% para el deporte masculino. Eso significa que los tres clubes riojanos que jugarán en Primera RFEF podrían ingresar hasta 121.000 euros, aunque hay que tener en cuenta que hay otros tres conjuntos en Segunda RFEF, caso de Náxara, UD Logroñés B y Racing Rioja, categoría sujeta a interpretaciones.

A esta cifra se suma la que puedan establecer los ayuntamientos. En el caso del capitalino, debe decidir además quién juega en Las Gaunas, aunque todo apunta a que será un uso compartido entre dos equipos de la misma categoría. Si se mantienen esos 80.000 euros, tanto Unión como Sociedad superarán los 200.000 euros públicos.