Récord histórico de calor en La Rioja: 43,3 grados
La temperatura registrada en Logroño bate la anterior marca de 42,8º, que se mantenía desde 1982, y culmina una ola de calor extrema
La ola de calor que desde el pasado viernes sufre La Rioja ha desembocado en la jornada más calurosa desde que existen registros, en la ... que se ha alcanzado a las cinco de la tarde una nueva máxima de récord en los 43,3º de Logroño. Más de cuarenta años había permanecido imperturbable el anterior techo térmico de la región, con los 42,8º del 7 de julio de 1982, batido en un día en el que se cumplieron las previsiones más abrasadoras después de una noche de bochorno para todos los riojanos.
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Es el cierre definitivo y por todo lo alto una ola de calor que ha dejado una sucesión de temperaturas con pocos precedentes. En cuanto a sus máximas extremas, solo le compiten julio de 1982, que dejó los 42,8º hasta hoy históricos, y julio de 2022, con tres días por encima de los 40 grados. Sin embargo, también es recordada la primera quincena de agosto de 2003, en la que durante catorce días las máximas no bajaron de 37 grados, en la ola de calor más prolongada que ha vivido la región.
La impronta se fijacon esos 43,1º, nuevo récord. Pese a algunos amagos en años recientes, aún no se había superado a aquel julio de 1982. Se ha logrado. Logroño establece la máxima, pero no le quedan a la zaga otros muchos municipios, como se observa en los 42,1º a los que llega Nájera; Haro hasta 41,9º; Cenicero, a 41,5º; Alfaro, a 40,3º...
No es ni mucho menos habitual un calor así, con tres días por encima de 40º registrados en la estación de la Aemet de Agoncillo-Logroño. Sin embargo, parece algo a lo que los riojanos deberán habituarse, con el cambio climático redoblando sus llamadas de atención. Desde 1948, año en el que empiezan los registros, solamente veintiún días han sufrido temperaturas mayores a 40º y once de ellos son de los últimos cinco veranos (2 en 2019, 1 en 2021, 5 en 2022 y 3 en 2023).
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Otro elemento novedoso de esta ola de calor que hoy nos deja es su temporalidad. La segunda mitad de agosto es tradicional tiempo de repliegue térmico, pero en esta ocasión las máximas han llegado más tarde que nunca. «Igual que el verano se está adelantando, que ya arranca a comienzos de junio, es posible que el cambio climático alargue hasta final de agosto estas altas temperaturas», señala Paloma Castro, delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en La Rioja. La normalidad térmica dice que en agosto la media de máximas es de 29,4º en La Rioja, cifra ínfima en comparación con estos 43,1º, mientras que en su totalidad, este mes ya marca 35,5º, seis más de lo habitual.
Las máximas en ascenso han condicionado el día a día de los riojanos, vaciando las calles, obligando a madrugar o a trasnochar para cualquier actividad, llenando ríos y piscinas y encerrando a muchos en casa... Y las temperaturas no han dado respiro ni siquiera en la madrugada. Los logroñeses han sufrido cinco noches tropicales consecutivas, sin bajar de los 20 º, algo que se convirtió en denominador común en cualquier punto en la madrugada del miércoles al jueves. Por ejemplo, la estación meteorológica de Ezcaray, la más fría de La Rioja, marcó 22,8º a las cinco de la mañana. Pero quienes más sufrieron fueron los alfareños, que después de cinco noches tropicales experimentaron una inaudita noche tórrida o ecuatorial, en las que el termómetro sólo bajo a 27,6º. Enciso quedó en 26º.
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Las noches desgastan y los tradicionales refugios climáticos riojanos, los pueblos de la sierra, también están experimentando máximas históricas y unas mínimas desconocidas. Según las estaciones del Gobierno regional, en Villoslada encadenan desde el lunes por encima de 34º y con un par de noches tropicales, y Ezcaray llega a 38,7º después de amanecer a unos sofocantes 28º.
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La razón de esta ola de calor que desde el viernes pasado ha llevado a La Rioja a ebullición es, según explica la delegada de la Aemet Paloma Castro, «una masa de aire africana que se ha recalentado a lo largo de los días. Ha invadido toda la península pero se ha cebado especialmente con el valle del Ebro», única zona del país que ayer se encontraba en alerta roja. El anticiclón dominante ha evitado hasta el momento la entrada de las bajas presiones atlánticas que, sin embargo, empezarán a desplazar a la masa africana a partir de mañana. «A medida que deje pasar a esa vaguada que sale de las islas Británicas y entra por Galicia se sentirá la bajada de temperaturas», apunta Paloma Castro.
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La Rioja disfrutará de un día de verano más típico mañana, con temperaturas algo por encima de los 30º, con descenso el domingo a 21º en Logroño y Haro y 22º en Alfaro y Calahorra. En 48 horas, las máximas se desplomarán veinte grados.
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