«El reconocimiento es lo que ha de primar, no el paternalismo»

El Gobierno de La Rioja tampoco es ajeno a las sombras de prejuicios que proyecta el edadismo también en la comunidad autónoma. Para disiparlas y consciente del escenario demográfico de la región –uno de cada cinco riojanos tiene más de 65 años, casi 13.000 censados superan los 85...– el Ejecutivo ha incorporado ese afán en la agenda en una línea de acción pilotada desde la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública. Su titular, Pablo Rubio, advierte del alcance del reto. «Después de la discriminación por género, el rechazo más importante cuantitativamente se produce por razón de la edad», prologa apuntando cómo valores dominantes en la actualidad y relacionados con el consumo, la belleza o la juventud alientan la vulnerabilidad de las personas mayores, una suerte de arrinconamiento social. «Es fundamental primar el reconocimiento de este colectivo, lo cual no debe confundirse con paternalismo o sobreprotección», matiza Rubio sin dejar de recalcar cómo la pandemia ha ensalzado la transcendencia de un segmento de población no siempre valorado en el plano de la conciliación, pero también en lo económico. La campaña de su departamento en esa línea es ambiciosa y heterogénea, incluyendo desde jornadas de formación e información hasta iniciativas concretas en forma de actividades culturales, programas de envejecimiento activo, lucha contra la soledad no deseada o cursos que superen la brecha digital.