Un puente para la empleabilidad
Inserción ·
El CRMF de Lardero rehabilita y forma actualmente a 43 personas (27 de ellos residentes) con discapacidad física para mejorar su capacidad para encontar trabajo
El Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física (CRMF) del Imserso en Lardero acoge actualmente a 43 usuarios. De ellos, 27 residen en el centro, que tiene capacidad para medio centenar de personas, y 16 en sus propios domicilios, acudiendo a Lardero para recibir no solo tratamientos de rehabilitación, también cursos de formación para mejorar su empleabilidad. En el formato de centro de día la capacidad es para una treintena de personas.
La nueva delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, visitó ayer el CRMF de Lardero, y también el Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEAPAT) que se incluye dentro, y destacó «el gran esfuerzo que se ha hecho, después de la pandemia, para ponerlo de nuevo en funcionamiento». José Ignacio Macías, director del CRMF de Lardero, agradeció la visita de Beatriz Arraiz y expuso que «lo que queremos es estar integrados dentro de los servicios comunitarios para realmente ser útiles a la sociedad».
José Ignacio Macías informó de que los cursos de formación que se imparten son, sobre todo, de nuevas tecnologías, «puesto que disminuyen las diferencias entre las personas con capacidades diversas, por eso tenemos cursos de imagen y sonido, manejo de redes sociales, composición de páginas web...». El director del CRMF de Lardero también anunció que, de cara al próximo año, otorgarán certificados de profesionalidad y orientación pedagógica y para el empleo.
La residencia media de los usuarios depende de los objetivos de cada uno, aunque el máximo suele ser entre 3 y 4 años, según explicó Macías. Para poder acceder al centro es necesario tener una discapacidad física, solicitarlo y pasar por la comisión de valoración a fin de establecer los objetivos a lograr, elaborando, en paralelo, un plan de rehabilitación. En cuanto al porcentaje de empleabilidad de las personas que se forman allí el director admitió tener pocos datos, si bien se han empezado a recopilar recientemente, pero opinó que no es una cifra alta. «Considero que los programas formativos deben adecuarse más a la realidad y estar más en contacto con la sociedad riojana para saber qué nichos y oportunidades hay para las personas con discapacidad», declaró Macías.
