Pendientes de un hilo irrompible

Un oído especializado en la factura psicológica que ha dejado la crisis sanitaria del COVID. 'Cruz Roja Te Escucha' no puede desconectarse. De hecho, el volumen de llamadas se ha multiplicado en la pospandemia, con especial incidencia entre jóvenes y adolescentes.

Creado en abril de 2020 para ofrecer apoyo y acompañamiento a pacientes de COVID y familiares, a personas mayores, con enfermedades, soledad o desempleo, el programa cuenta desde principios de este año con el refuerzo del equipo psicológico de Cruz Roja en La Rioja, que se ha incorporado a la atención nacional que brinda el número gratuito 900 107 917, un hilo telefónico irrompible que no cesa de sonar.

«Están aumentando muchísimo las llamadas de jóvenes y adolescentes, porque la problemática infantojuvenil está creciendo muchísimo. La pandemia ha hecho mucho daño a ese colectivo a nivel de aceptación emocional y social y ahora, en la pospandemia, está aflorando toda esa sintomatología y toda la problemática de los jóvenes. Tal vez ya existían antes, pero no hay duda de que la pandemia ha hecho que esa necesidad salte a unos niveles brutales», resumen las responsables del equipo psicológico, integrado por Begoña Aquesolo, referente de 'Cruz Roja Te Escucha en La Rioja', Laura Balmaseda y Marina Sabilla, psicólogas del nivel 2 (asistencia psicológica); y Carolina Carreras, psicóloga del nivel 3 (acompañamiento emocional). .

«Hubo una alta demanda de llamadas en 2020, bajaron el pasado, pero este año se han superado ya, a 1 de septiembre, todas las de 2021 sin haber ya pandemia. Por eso se ha visto la necesidad de la continuidad del servicio», explica Aquesolo, quien detalla que en el primer año el programa recibió 5.650 llamadas; el segundo, 3.491; y en este 2022 ya sumaban 5.242 a 31 de agosto, con un gran incremento de las solicitudes por parte de mayores de 65 años y, en especial, jóvenes y menores.

'Cruz Roja Te Escucha' cuenta con tres niveles de ayuda, el 1, de orientación, atendido por voluntarios con formación específica, donde se reciben las llamadas por necesidades básicas no cubiertas o falta de recursos y se ofrecen recomendaciones y pautas básicas para mejorar el estado emocional; el 2, atendido por profesionales en Psicología General Sanitaria o PIR (Psicólogo Interno Residente), con sesiones semanales (doce máximo), para casos de duelo, divorcios, ansiedad, bajo estado de ánimo, ideación suicida, malos tratos...; y el 3, de acompañamiento emocional, para personas en soledad no deseada.

«Todos los encargados de la atención se han formado en habilidades de comunicación telefónica, gestión emocional e intervención telefónica en duelo, intentos autolíticos y de personas vulnerables», destaca Begoña Aquesolo, quien explica que «aparte de lo que llega a través del teléfono, también se nos activa cuando llega aquí algún usuario y las técnicos valoran que precisan de atención psicológica inmediata».

Desde La Rioja se han atendido ya 50 llamadas nacionales, la mitad de ellas, 25, fueron de colectivos vulnerables, 7 de mayores, otras 7 de personas enfermas o con discapacidad en situación de aislamiento y/o soledad, 3 de cuidadores de mayores, enfermos o personas con discapacidad, 2 de migrantes y 1 por pérdida reciente de empleo, otra de un enfermo de COVID, otra de un familiar de un fallecido por el virus, otra de un infectado por el coronavirus, otra por una adicción y una por el volcán de La Palma.

«En la terapia se hace un acompañamiento y una atención psicológica, en el que prima el desahogo emocional y el bienestar de la persona. Nos hemos encontrado sobre todo personas con mucha ansiedad, bajo estado de ánimo, personas con problemas de duelo, separaciones, problemáticas familiares y personas con ideación autolítica. Nuestro objetivo es ofrecerle esa intervención psicológica, pero también orientarles a que acudan en su comunidad a los recursos existentes, bien en Atención Primaria o en la especializada», resume Laura Balmaseda, psicóloga del nivel 2, de orientación psicológica.

«En el 3, el de acompañamiento emocional, atendemos a personas que necesitan una escucha activa o un desahogo emocional, se trata sobre todo de personas en soledad no deseada. Se intenta que sean atendidos en su propia comunidad y nos ponemos en contacto con ellos una vez a la semana para valorarlos y decidir si pueden ser derivados a recursos ya existentes, como el programa 'Siempre Acompañados' que tiene Cruz Roja, en el que se hacen sesiones de acompañamiento de voluntarios, actividades grupales, etc...», resume, por su parte, la psicóloga Carolina Carreras.

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