Una oportunidad para que el talento desarrolle su investigación en La Rioja

Generar conocimiento, impulsar la innovación, resolver problemas y abrir nuevas oportunidades. Estos son solo cuatro argumentos que explican la importancia de la investigación, que se ha convertido en motor del avance tecnológico, médico, social y económico. Por ello, UNIR cuenta con 63 grupos de investigación activos, encuadrados en sus seis facultades: 13 en Ciencias Sociales y Humanidades, 7 en la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología, 6 en Salud, 6 en Empresa y Comunicación, 22 en Educación y 9 en Derecho. «La mayoría cuentan con una larga trayectoria investigadora, aunque hay otros de nueva creación, como nuestro grupo de investigación en violencia, género y psicopatía», relata el riojano Javier Cortés, director de su servicio de investigación.

En 2024 se ha situado como la primera universidad en número de artículos publicados en The Conversation España, la principal plataforma de divulgación científica en nuestro país. «La investigación, la transferencia y la docencia constituyen nuestro ADN», asegura Cortés. «Intentamos abarcar todas las áreas de conocimiento que cubre la universidad, pero además hacer siempre una investigación muy cercana a la sociedad», añade Pablo Moreno Ger, vicerrector de Investigación.

Esta cuestión ha llevado a UNIR a convertirse, resalta Moreno, en «la tercera universidad privada en número de publicaciones de alto impacto», aunque su principal objetivo se centra «en tener calidad; en desarrollar buenas publicaciones y que tengan buena acogida y recorrido social», aclara. En ese sentido, tratan de divulgar esos artículos, que cuando se publican son más académicos y científicos en su estructura, para transmitir esa idea del impacto social y que redunde «en el interés general», incide.

Sin perder de vista el crecimiento de UNIR, la idea es potenciar el territorio. De ahí que se marquen como objetivo para este año incrementar y priorizar la investigación en La Rioja. La universidad forma parte del Consejo riojano de I+D+i, que es quien define la estrategia de investigación para la región. «Lo que hacemos es cubrir lo que viene en ese documento, guiando a nuestros grupos hacia esas prioridades establecidas desde el Ejecutivo», apunta Moreno.

Es el servicio de investigación de UNIR el que funciona como nexo entre los investigadores (y grupos de investigación) y las administraciones públicas y entidades privadas a la hora de «solicitar, ejecutar y justificar los proyectos público-privados», describe Cortés. «Queremos que el investigador únicamente se preocupe de realizar aquello que mejor sabe hacer, que es investigar y desarrollar nuevos productos o servicios», explica.

Las líneas de investigación de UNIR, en las que trabajan de manera coordinada y transversal y cuyo desarrollo queda recogido en su plan estratégico, se centran en cuatro grandes campos. El primero sería la inteligencia artificial, «que tiene su reflejo en la interacción con el territorio, porque queremos que sea una IA muy en español y del español y creemos que La Rioja puede tener un liderazgo en esta área en particular», hace hincapié Moreno. En segundo lugar, la ciberpsicología o el impacto de la tecnología en la sociedad –ciberbullying, acoso a través del móvil, las adicciones y juegos 'on line'–. El tercer ámbito tendría que ver con la comunicación (también digital), porque «nos preocupan los discursos de odio en redes y vamos a profundizar en esos mensajes, así como en la autorregulación». Y en cuarto lugar, la salud pública, «que también es muy relevante para nosotros, en todas sus vertientes, desde las enfermedades infecciosas y su gestión hasta el bienestar emocional», dice el vicerrector.

«Queremos ser una parte esencial del desarrollo y la transformación del tejido empresarial riojano durante los próximos años», amplía Cortés. Ve en UNIR «la mejor oportunidad para que todo el talento riojano pueda desarrollar su actividad sin necesidad de tener que salir de la región».

• Temas
• UNIR