Hacia una movilidad más sostenible y duradera

Toda tecnología tiene sus limitaciones, como ocurre con el coche eléctrico. Empieza a admitirse que «es imposible mantener la producción de baterías de litio más allá de 2040, con el sistema actual de consumo», ha explicado Francisco Javier Flor, docente del Grado en Ingeniería en Organización Industrial e Investigador de UNIR. «Con las necesidades actuales habría que producir más de 300 teravatios/hora, que es una auténtica barbaridad, solamente para células para vehículos». De ahí que no sea una tecnología «sostenible», además de ser «tremendamente contaminante».

Para este investigador riojano, el hidrógeno es una buena alternativa, pero tiene también limitaciones: transporte, coste y almacenaje. Esta tecnología «está ya madura»; queda unificar «cómo se va a presentar», es decir, el formato que contendrá el hidrógeno, para que pueda cambiarse (cartucho) o recargarse en hidrogeneras y ser usado a nivel global y en cualquier aplicación.

En automoción, recuerda, Toyota es quien más está apostando por esta tecnología. Cuenta con cartuchos eficientes para almacenar energía y que podrían utilizarse en coches, motos, drones y en una vivienda, mediante acumulación. «Existiría como alternativa la posibilidad de paneles planos en los que se irían acoplando diferentes capas».

En cuanto al coste del hidrógeno verde, España se situaría en el puesto 17. «Con la inclusión de energías renovables podría mejorar», resalta Flor, que cree que en una década esta tecnología «se impondrá a las baterías estándares de litio en grandes aplicaciones y en cuestiones cotidianas como el autoabastecimiento de una casa, edificio o coche».