La Rioja

Los Maristas se suman al éxodo de religiosos

Los colegios católicos se están quedando sin comunidades religiosas. Así lleva sucediendo en los últimos años en buena parte de los 27 centros educativos concertados de La Rioja. La presencia de religiosos en las aulas se ha vuelto cada vez más escasa y no solo cada vez es menos habitual ver a un cura o una monja dando clases (en Logroño, únicamente siete de los catorce centros tienen a alguno impartiendo actividad docente), sino que varios de ellos ya han optado por trasladar fuera de sus recintos o localidades sus históricas residencias.

En este sentido, si el pasado lunes 5 de junio se sabía mediante un comunicado la decisión del colegio Santa María de poner punto y final a la residencia de religiosos marianistas de Logroño, que se estableció en la ciudad hace 65 años y que a partir del próximo curso escolar «ya no estará ubicada en las instalaciones de la escuela»; el jueves 8 Diario LA RIOJA conocía la decisión de los hermanos maristas de hacer lo propio con sus religiosos. «Después de varias décadas con la presencia de religiosos en la escuela, esta etapa llegará a su fin en unos meses», explica Adolfo Lezana, director del colegio San José de Logroño, cuando se le pregunta por la decisión de la escuela de llevar a cabo dicha reestructuración. Los motivos los tiene claros, pero los expone con cierto tono de resignación: «Es evidente que cada vez hay menos vocaciones religiosas y que los hermanos van cumpliendo una edad».

Actualmente, son cuatro miembros los que conforman la comunidad del centro. A partir de septiembre, todos ellos se trasladarán a la residencia de la orden en Lardero. «Allí tienen los medios necesarios para el cuidado de personas mayores. Irse les va a permitir estar mejor atendidos porque, además, junto a la Casa de Convivencias hay una residencia de hermanos maristas mayores donde también estarán», aclara Lezana.

En el conjunto de colegios católicos de La Rioja, de un total de 27 escuelas, doce carecen de religiosos impartiendo clases, pues no hay o se encuentran jubilados. En cuanto al número de residencias para religiosos dentro de los recintos escolares, solo 16 colegios cuentan con ellas, cifra que ha ido descendiendo en los últimos años. Concretamente, hace trece meses el colegio Sagrado Corazón de Logroño anunciaba «con la garganta agarrotada» que la Compañía de Jesús –conformada entonces por cuatro jesuitas– se marchaba de la ciudad tras más de 400 años.

Para Lezana, este «goteo que poco a poco va produciéndose», mediante el cuál se va reduciendo notablemente el número de religiosos que viven e imparten clases en las escuelas religiosas de La Rioja, «se vive con un poco de vértigo y de tristeza». Sin embargo, tal y como aclara, «desde nuestro centro vamos a afrontar esta nueva etapa con naturalidad. Tenemos que seguir siendo un colegio evangelizador y marista. Y en eso estamos los que nos quedamos aquí, aunque no seamos religiosos».

Según el último informe de la Fundación Ferrer i Guardià, La Rioja es la comunidad autónoma española con mayor porcentaje de alumnos matriculados en centros de inspiración católica, por delante de Castilla y León y del País Vasco: un 29,8% de los estudiantes.