Ellas limpian dentro y fuera de casa
La desigualdad empieza con las tareas de casa, de las que siguen encargándose mayoritariamente las mujeres
Lavar, planchar, poner la mesa, limpiar el polvo, las ventanas, fregar el suelo, barrer, comprar, cocinar, recoger la ropa, tender la colada, cuidar de los hijos, de los padres, de los abuelos... la lista de tareas del hogar es larga y pese a que el siglo XXI avanza y los 8M se suceden sin tregua para reclamar también la igualdad de puertas para adentro, a juzgar por la última estadística del INE que aborda la movilidad cotidiana de los españoles, su dinámica familiar y cuidado a personas dependientes, los avances en este terreno han sido más bien escasos. Ellas siguen siendo mayoritariamente las que llevan el peso del hogar, aunque también trabajen fuera de casa.
En ocasiones las cifras son más elocuentes que las palabras y esta es un de ellas. En términos generales, sin tener en cuenta la edad, en La Rioja, en el caso de las parejas sin hijos que conviven en el mismo hogar, el 90,9% de las mujeres son las que se encargan de la mayor parte de la tareas domésticas; y cuando las parejas tienen hijos, este porcentaje se incrementa hasta el 92,7%.
La estadística concluye sin paliativos la escasa implicación de los hombres en las tareas domésticas. Ahora bien, la participación de ellos en los trabajos de casa se incrementa conforme desciende la edad. A más jóvenes, algo mayor es su dedicación. Así por ejemplo, en el caso de las parejas sin hijos que tienen menos de 40 años, el 16,4% de ellos dice encargarse de la mayoría de las tareas, si ya tienen hijos, essta proporción baja hasta el 10,8%.
90,9 %
de las mujeres riojanas que viven en pareja pero no tienen hijos se hace cargo de la mayor parte de las tareas domésticas. Este porcentaje se incrementa si hay hijos en el hogar
83,6 %
de las mujeres de menos de 40 años que vive con sus parejas y no tiene hijos lleva mayoritariamente el peso del hogar. Si hay vástagos, la proporción aumenta hasta el 89,2%
De 40 a 59 años, si no hay hijos, el 87,6% de las mujeres llevan todo el peso del hogar, y con hijos, el 93%. Los menos implicados en la casa superan la barrera de los 60 y si todavía hay hijos que convivan en el hogar ni siquiera el 5% de ellos se hace cargo de unas labores por lo general ingratas.
La brecha de género en las tareas domésticas en La Rioja, ese trabajo no remunerado y tan poco valorado, sigue siendo una de las eternas luchas y en la que menos avances se han logrado. En muchos casos, las jornadas de las mujeres son interminables, una vez que concluyen en su puesto de trabajo, continúa sin descanso en el hogar.
De puertas afuera
Pero no sólo de puertas para adentro, en la mayoría de los casos, el servicio doméstico también es territorio femenino. Ellas son las que limpian dentro y fuera del hogar. Las estadísticas de la Seguridad Social son contundentes en ese sentido. Con datos de enero pasado, en La Rioja había 2.251 mujeres dadas de alta como empleadas de hogar y tan sólo 63 hombres en este mismo régimen. La desproporción es clara. El 97,2% de los riojanos que cotizan en este sistema especial son mujeres.
La Rioja no es una excepción, el desequilibrio se da en todas las comunidades. En el conjunto del país, de los 349.895 afiliados en el régimen general de empleados de hogar, 334.895,50 son mujeres, lo que representa el 95,7%.
87,6 %
de las mujeres en pareja sin hijos de entre 40 y 59 años se encarga prácticamente de todo. Con hijos, el 93%
92,9 %
A partir de los 60 años la implicación del hombre es testimonial. Sin hijos, el 92,9% se encarga de casi todo y si todavía hay hijos conviviendo con ellos, el 95,6%.
En Servicio Doméstico de La Rioja, que se encarga de la selección de personal para servicios domiciliarios, como limpieza, cuidado de niños y mayores y asistencia en el hospital, su directora, Cristina Vázquez, conoce bien el terreno. Lleva años observando una situación que apenas ha variado en décadas. En este trabajo, dice, «los que están discriminados son los hombres». La presencia de ellos es residual y depende mucho del tipo de trabajo, porque no es lo mismo que sea para limpiar, entonces la presencia de hombres es más bien nula, que si es para cuidar a personas mayores.
Para esta última tarea, explica Cristina Vázquez, hay muchas personas que cuando van a contratar este servicio muestran su preferencia porque quien cuide al familiar mayor sea mujer, otros no se pronuncian y una mínima parte solicita a un hombre. En estos casos suelen ser los hombres los que piden que les cuide otra persona del mismo sexo.
En estos trabajos se da una doble brecha, porque a la de género se suma la de nacionalidad. La mayoría de las personas que se dedican tanto a la limpieza como al cuidado de los mayores son extranjeras. No obstante, la presencia de mujeres de nacionalidad española sigue siendo nutrida, aunque en este caso suelen superar los 45 o 50 años, han trabajado en otros sectores y ahora se han pasado al servicio doméstico.
En los últimos años, el servicio doméstico se enfrenta a una hándicap porque pese a que nunca han tenido mejores condiciones que ahora, la subida del Salario Mínimo Interprofesional y el incremento de las cotizaciones han desencadenado que el sector de los servicios personales y domésticos sufra en parte cierto retroceso. El coste de las contrataciones se ha disparado hasta tal punto que cada vez son menos las familias riojanas que pueden asumir este gasto y más las que no se pueden permitir lo que ya parece un lujo.
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