«Hemos empezado por enseñarles a diferenciar entre lo público y lo privado»
Isabel Vázquez / Educadora social ·
La sobreprotección familiar y la falta de solvencia económica son los principales obstáculos para iniciar un proyecto comúnSon varias las entidades en La Rioja que desarrollan programas para abordar la sexualidad, la intimidad y la afectividad en las personas con discapacidad. Estos han surgido por la evolución de la sociedad y a demanda de los propios usuarios. «Nos decían que había un ámbito de sus vidas que no estaba cubierto», reseña Isabel Vázquez, educadora social en Aspace Rioja.
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-En el caso concreto de Aspace, han puesto en marcha un proyecto piloto a nivel nacional y un equipo muy heterogéneo ha editado una guía con pautas. ¿Cómo realizan este abordaje?
-Queremos mirar de frente esta parte de la vida de las personas con discapacidad, para lo que desde este año realizamos formación en una triple línea: trabajamos con las familias, ya que históricamente les han sobreprotegido; con las personas con discapacidad; y con nuestros profesionales, porque tampoco les habíamos visto hasta ahora como seres con una sexualidad normal.
-¿Cómo les transmiten que ellos también tienen derecho al disfrute de su sexualidad?
-Hemos comenzado con conceptos muy sencillos, sin necesidad de llegar al erotismo o al coito. Hemos empezado por enseñarles a diferenciar entre lo público y lo privado, puesto que estas personas están acostumbradas a que sus cuerpos sean públicos. Esto es, a que si necesitan ser cambiados, que se haga con una puerta cerrada; o a llamar antes de entrar cuando ellos estén en un baño o habitación y que el de dentro diga que se puede pasar. Asimismo hay personas con problemas de movilidad que no tienen un concepto muy claro de su esquema corporal y este año vamos a insistir en desterrar los mitos vinculados con el amor romántico, el de las películas, y que han aprendido a través de las pantallas.
-El respaldo de las familias resulta clave. ¿Qué les preocupa?
-En vez de poner el foco en sus capacidades, si se van a vivir juntos les inquieta que puedan necesitar ayuda. También que la relación no vaya bien y que sufran.
-Remarcan que la sexualidad es mucho más que el coito.
-Sí. Para las personas con problemas de movilidad resulta complicado, así que tratamos de trasladarles que un acto sexual completísimo pueden ser unas caricias o un susurro al oído.
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