La FFP2, la mejor herramienta para evitar el contagio
El Colegio de Médicos de La Rioja asegura que estas mascarillas son «más resistentes» y «eficaces» en los espacios cerrados, donde se produce «una mayor carga viral»
Casi dos años después de la irrupción de la pandemia, las mascarillas, junto al gel hidroalcohólico, continúan formando parte de nuestro día a día. El Ejecutivo riojano decretó el 13 de julio de 2020 su obligatoriedad en la comunidad y, desde entonces, los expertos han constatado que esta medida, junto a la distancia social, constituye una herramienta fundamental para evitar la transmisión del coronavirus.
Publicidad
... Las hay de distintos tipos, higiénicas, quirúrgicas, de tela, de protección individual... Pero la cuestión fundamental es conocer cuál es la más eficaz contra el contagio. De todas ellas, las higiénicas son, según el Ministerio de Sanidad, la opción más recomendada para la población general sana, ya que son «útiles» para disminuir el riesgo de infección y «sirven como elemento de protección para quienes la llevan y para las personas de su entorno».
Una recomendación general que, desde el Colegio Oficial de Médicos de La Rioja, consideran insuficiente. Sobre todo desde la irrupción de la variante Ómicron, que ha provocado una explosión de contagios nunca vista y una nueva sobrecarga del sistema sanitario riojano. De ahí que desde este organismo recomienden utilizar, como mínimo, una mascarilla quirúrgica o una FFP2. Todo depende, según incide Inmaculada Martínez, presidenta del Colegio, de cuál sea la exposición al coronavirus.
En el caso de las mascarillas quirúrgicas, su uso «único» y «exclusivo» protege de la emisión y filtración de gotas respiratorias, tanto para quienes la llevan como para su entorno, pero «siempre y cuando se pueda garantizar la distancia de seguridad». Por ello, su utilización no está recomendada para los espacios cerrados o mal ventilados, «donde se acumula una mayor carga viral». Para estos casos, asegura, es mejor utilizar una FFP2. Y nunca deberá llevarse una mascarilla FFP2 o FFP3 con válvula, «debido a que por este orificio pueden escaparse partículas o aerosoles», explica Martínez.
Publicidad
Respecto a las mascarillas de tela, que siempre han estado en entredicho, sostiene que «deben contener al menos tres capas y estar confeccionadas con materiales no filtrantes para evitar que se propaguen partículas». Y recomienda que, en los casos en los que se use esta mascarilla, «se lleve por debajo otra quirúrgica».
Noticia Relacionada
Dos años después, ¿lo sabes todo sobre las mascarillas?
En cuanto al tiempo máximo de uso, las mascarillas quirúrgicas son efectivas durante cuatro horas. «Más allá de esa duración hay que desecharlas, porque no garantizan la protección», explica Martínez. Las FFP2, en cambio, son «más resistentes y duraderas» y son efectivas en aquellos espacios en los que se produce «una mayor carga viral y tienen que filtrar más». La recomendación general es utilizar una cada día, siempre y cuando no se hayan humedecido, «porque entonces hay que cambiarla». Pero de nada sirve llevar cualquiera de estas mascarillas si no están bien colocadas. «Ajustarla bien es fundamental, de poco sirve llevar una quirúrgica o una FFP2 si no cubre la nariz y la boca o si presenta huecos entre los laterales», puntualiza. De cualquier manera, recomienda que, en lugares cerrados, como bares, cines o aviones, se utilice una FFP2, mientras que si el riesgo de contagio no es tan alto «se pueden utilizar las mascarillas quirúrgicas».
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión