Dos años después, ¿lo sabes todo sobre las mascarillas?

Las mascarillas constituyen un mecanismo más de protección contra el coronavirus, pero las recomendaciones de su uso varían en función de la cantidad de aerosoles o del contacto con el virus.

La mascarilla higiénica está aprobada y recomendada por todas las autoridades sanitarias, aunque la quirúrgica protege más en espacios exteriores, siempre y cuando se pueda garantizar la distancia social. Para los sitios cerrados o que no estén bien ventilados, se recomienda una mascarilla FFP2. Estas son, por tanto, las más efectivas para que los ciudadanos puedan prevenir el contagio en aquellos espacios en los que se produzca una mayor carga viral.

Las mascarillas de tela se pueden utilizar, pero deben de estar confeccionadas con materiales no filtrantes y contener al menos tres capas. Además, tienen que estar homologadas.

Los menores de edad podrán utilizar una mascarilla quirúrgica de tres capas para acudir al centro escolar. Para otros casos, en los que el espacio sea más cerrado o haya una menor ventilación, deberán utilizar una FFP2 infantil y ajustarla correctamente.

En ningún caso podrán utilizarse mascarillas con válvula, ya que pueden escaparse partículas o aerosoles. Respecto a las FFP3, su uso queda totalmente reservado para los profesionales sanitarios.

Antes de ponerse una mascarilla hay que lavarse bien las manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica. A la hora de su colocación, tiene que quedar ajustada correctamente, porque solo así protegerá frente al contagio. Deberá cubrir totalmente la nariz y la boca y no podrán quedar huecos entre la cara y la mascarilla.

El tiempo de uso recomendado en el caso de las mascarillas quirúrgicas es de cuatro horas, aunque habrá que cambiarla si se humedece o deteriora. En cuanto a las FFP2, presentan una mayor durabilidad, aunque la recomendación es utilizar una al día.