Siga la flecha: así vuelven a la vida los centros comerciales riojanos

No es una mañana como las que se vivían antes del confinamiento, pero el tránsito de gente y el pulso de la actividad indican que la normalidad está cada vez más cerca. La galería del centro comercial Berceo ha vuelto a abrir sus puertas, con los establecimientos emplazados en su interior readaptados a las exigencias que fija el protocolo. Al menos, los que han decidido levantar la verja, ya que otros aún aguardarán unos días y continúan en su interior reorganizando las instalaciones.

Zara es uno de los de mayores dimensiones (2.100 metros cuadrados) y donde los cambios son más palpables. Como indica su responsable, Mónica Medrano, los cuatro accesos de que dispone el local se han reducido a uno de entrada y otro de salida, marcando un circuito también a la hora de pagar en caja. Una de las empleadas recibe a los compradores ofreciendo todas las indicaciones y recordando la obligatoriedad de aplicarse el gel disponible antes de probarse las prendas que después son higienizadas. El mismo tratamiento de vapor a alta presión reciben todas las que están expuestas, así como las provenientes de devoluciones. «Todo está funcionando muy bien por nuestra parte y la de la clientela, que es muy fiel a la marca y tenía unas ganas enormes de poder venir», apunta Medrano.

En Calzados Deichmann,el control de aforo se realiza mediante los calzadores que se entregan a cada cliente a la entrada y deben devolver a la salida. También se les ofrece unas medias de usar y tirar cuando se prueban cada modelo para evitar cualquier posible contagio y se ha ganado el espacio obligado retirando, por ejemplo, los asientos en los que antes se podía descansar o probar el género. «Han sido meses muy complicados en lo profesional y también lo personal, pero la respuesta que ya estamos teniendo empieza a compensarlo», reflexiona Andrea Vicente.

Nuria Chicote no para de dar explicaciones a las personas que no dejan de entrar en Bershka: el gel, los dos metros de distancia, la dirección de los carriles, seis prendas a lo sumo en los probadores... «Estas semanas se ha trabajado mucho on line, pero la sensación de venir a la tienda es algo que muchos estaban esperando», comenta mientras detalla como se higienizan las prendas después que se prueban guardando también su propia cuarentena textil con un limpieza máxima.

Los hitos que jalonan primero el confinamiento y ahora el avance en la desescalada tiene forma de unos tejanos de la marca Levis en El Corte Inglés del Berceo. «Es lo primero que hemos vendido a los pocos minutos de abrir», revela Javier Fernández agradado por la afluencia. «Hay más gente incluso de lo que habíamos previsto», comenta al tiempo que muestra cómo han organizado los probadores para mantener el distanciamiento obligado, con uno de ellos cerrado para que las prendas «hagan noche» y puedan ser expuestas al día siguiente tras un tratamiento con luz ultravioleta y plancha vaporizadora.

No todo es textil o calzado entre las tiendas que han optado por abrir en el centro comercial. En Juguettos, la fórmula para preservar las medidas obligadas consiste en, además de habilitar guantes y gel hidroalcohólico a la entrada, «acompañar» al máximo a cada cliente en la elección del producto final. «Les orientamos y estamos con ellos siempre que es posible, guardando siempre la seguridad también con nuestros empleados», relata su responsable. Beatriz Jiménez sin ocultar su entusiasmo por la «vida» que empieza a recobrar la actividad.