Astronomía real en las aulas de Secundaria y Bachillerato
El proyecto Astra permite al alumnado conectarse 'on line' a telescopios robóticos profesionales y analizar los datos obtenidos
El 12 de agosto de 2026 tendrá lugar el primer eclipse total de sol que pueda verse desde la península ibérica en más de un siglo. Es evidente la alta expectación que está despertando, aunque todavía falta un año para que se produzca. Sin embargo, la astronomía está experimentando en los últimos tiempos un boom, muy de la mano del auge de internet, lo que está permitiendo una mayor visibilidad a esta disciplina. «Los astrónomos están ahora, también, mucho más abiertos a llevar a cabo actividades de divulgación y de innovación educativa, de cara a promocionarla», admite Roberto Baena, doctor en Astronomía y director del Máster Universitario en Astrofísica y Técnicas de Observación en Astronomía de UNIR. Y en todo ello también tendrá un rol importante la inteligencia artificial, que será clave «para el desarrollo de la astronomía en el futuro y para el análisis de datos masivos, aunque todavía le falta un punto de desarrollo para poder ver todo su verdadero potencial».
Para Baena, el primer paso en toda esta potenciación de la disciplina hay que darlo entre los jóvenes. Y para ello hay que despertar las vocaciones STEM, porque «si no se hace en las etapas educativas de Primaria y Secundaria, será más complicado que desarrolle después una carrera profesional en este ámbito, porque esta es una disciplina muy vocacional».
En este contexto, UNIR ha puesto en marcha el proyecto Astra, a través del cual estudiantes de Secundaria y Bachillerato podrán conectarse gracias a una plataforma 'on line' a telescopios robóticos profesionales que se encuentran en Canarias, Australia o Chile. «Con ello buscamos estimular las vocaciones científicas de los alumnos, mediante el uso de tecnología educativa», comenta. ¿En qué se diferencia Astra de otros recursos ya existentes? «Con Astra están haciendo astronomía real. Es decir, usan telescopios reales, recogen imágenes reales que ellos mismos han obtenido», indica. Es decir, «directamente le das las órdenes al telescopio, él las realiza y a la mañana siguiente te manda la información y los datos y tú los analizas. Pueden, incluso, hacer algún pequeño descubrimiento, como un asteroide o un exoplaneta».
«Esto es vocacional; si no se estimula en las etapas educativas, es difícil desarrollarla luego como carrera profesional»
Roberto Baena
Doctor en Astronomía y Dtor. Máster Astrofísica de UNIR
No se requieren conocimientos previos de astronomía y se cuenta con el respaldo académico del profesorado del Máster en Astronomía y Astrofísica de UNIR. En este sentido, se abre un abanico de posibilidades a la hora de impartir las clases. «Si en física un docente quiere explicar las leyes de Kepler –la descripción del movimiento de los planetas alrededor del sol– cuenta con una actividad específica para poder enseñar e ilustrar este concepto a los alumnos», detalla.
«Pueden conectar desde La Rioja con un telescopio en Australia»
El proyecto Astra se lleva a cabo a través de la plataforma 'on line' Slooh –red de telescopios profesionales distribuidos en diferentes observatorios astronómicos tanto en el hemisferio norte como sur–. Esta iniciativa permite el acceso al alumnado de Secundaria y Bachillerato de los centros participantes en esos telescopios. En todo momento, el claustro que da apoyo a los centros «es un claustro especializado, que trabaja a día de hoy en el ámbito de la astronomía», avala Roberto Baena. Así, uno de esos docentes es Jorge Pla, investigador de la NASA, «que cuenta con diversos instrumentos científicos en Marte, donde está analizando información meteorológica del planeta». También se encuentra Alba Fernández, coordinadora técnica de los operadores de telescopios de Calar Alto (Andalucía), «que es uno de los mejores observatorios de Europa que hay. Estamos hablando de un claustro que enseña en lo que trabaja y de lo que trabaja».
El interés que ha despertado en los centros es notorio y confía en seguir contando con este proyecto, que tiene un año de duración, en futuras ediciones. ¿Cómo funciona? Los propios estudiantes se convierten en protagonistas de su proceso de aprendizaje. Se realiza a través de actividades adaptadas al nivel educativo, que se combinan con explicaciones y observaciones astronómicas en vivo o misiones fotográficas.
«Vamos a poder decirles que desde cualquier punto de España, incluida La Rioja, van a poder conectarse a un telescopio que está, por ejemplo, en Australia y en tiempo real».
Sin duda, el próximo eclipse total de sol que se podrá ver en La Rioja el 12 de agosto de 2026 despertará el interés por esta disciplina. «No es habitual que podamos ver uno; la última vez fue en 1912. Eso lo hace especial».