La asistencia a Urgencias baja hasta los 270 pacientes diarios
La llegada de las vacaciones, junto con las sucesivas olas de calor, el repunte de contagios de COVID y las bajas que el propio SARS-CoV-2 provocó entre los profesionales sanitarios, tensionaron en julio la asistencia sanitaria riojana. En aquel periodo, no solo se produjo un notable incremento de la demanda del servicio de Urgencias, sino también largas listas de espera en las consultas con los especialistas o, incluso, para poder ser intervenido en quirófano.
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Ahora, casi dos meses después, el escenario es totalmente opuesto. De hecho, los pacientes que acuden al servicio de Urgencias del Hospital San Pedro han bajado de los 400 diarios a los entre 250 y 270 que se atienden en la actualidad. «La presión asistencial ha dado un vuelco», asegura Adolfo Calvo, director médico del Servicio Riojano de Salud, quien reconoce que, aunque todavía se atiende a un «elevado número de pacientes» en Urgencias, «el hospital funciona a un ritmo habitual para la época del año en la que nos encontramos».
Hacia la estabilización
La previsión es, de hecho, que la presión asistencial continúe declinando. «Las temperaturas están descendiendo, las medidas de prevención del COVID están relajadas y no estamos viendo asociado ni un número muy elevado de pacientes graves ingresados ni una cifra muy alta de pruebas diagnósticas positivas, por lo que la previsión es que tienda hacia la estabilización».
Otro ámbito que también está mejorando dentro de la sanidad riojana son las listas de espera para las consultas, que según el director médico están «estables», «sin ningún aumento en ninguna de las consultas de atención hospitalaria». No obstante, reconoce el director médico, la situación puede cambiar.
«Todas las previsiones están para romperse, de ahí que haya que estar alerta, y así estamos, preparados para todo lo que pueda pasar», concluye el director médico del Seris.
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