Víctimas y víctimas

Este martes, el delegado del Gobierno en La Rioja, Alberto Bretón, presentaba el balance de la Unidad contra la Violencia de Género. En dicho balance, Bretón afirmaba que con el ejercicio de 2016, "la región ha sumado con el año 2016 un periodo de siete ejercicios consecutivos sin víctimas mortales entre el colectivo femenino por malos tratos".

La estadística de Bretón, así, retrotrae el último caso de violencia de género en La Rioja al 2009, cuando Vanesa Ávila, una agente de la Policía Nacional, fue asesinada por su pareja en Logroño. Desde entonces hasta ahora, afirmaba el delegado del gobierno, nada.

Sin embargo, la manera de contar de la Delegación ha levantado protestas por el 'olvido' de algunas víctimas. Así, Marea Arcoiris, la organización que reivindica los derechos del colectivo LGTBi en La Rioja, lamentaba en Twitter el olvido de dos víctimas, acusando al delegado directamente de "mentir".

El colectivo se refería así al asesinato de una mujer transexual ocurrido en la calle Ronda de los Cuarteles, por el que el acusado acabó aceptando una pena de 10 años y 6 meses de prisión.

Poco después, la propia Marea Arcoiris recordaba otra víctima mortal que, según la organización, debería entrar en estos supuestos: en 2011, un hombre ahogaba en el Ebro al bebé de su pareja, tras mantener una fuerte discusión con ella.

En la lista de los homicidios relacionados con la violencia de género hay aún un tercer candidato: la muerte de Isidoro Miguel Lasanta a manos de la ex pareja de su esposa, en noviembre de 2015.