Nalda espera una gran afluencia de participantes en la fiesta de los gallos

La tradicional fiesta de los gallos de Nalda espera hoy la participación de entre diez o doce jinetes, quienes, montados a caballo y a galope, deberán arrancar la cabeza a unos gallos de goma atados de una cuerda suspendida entre dos mástiles, ha asegurado a Efe el alcalde, Daniel Osés.

Osés ha detallado que esta tradición tiene una gran "penetración entre la gente joven", ya que la edad de los jinetes "oscila entre los veinte y los treinta años", aunque también suelen "apuntarse" de edades más avanzadas, "hasta los cincuenta años", ha asegurado.

La prueba no es sencilla, "hay que tener unos conocimientos de equitación, ya que hay que pasar al galope entre los mástiles y arrancar al gallo estando de pie en el caballo", ha explicado Osés, porque "si el paso del caballo es lento, se anula el gallo".

Gallos de goma o cerámica

La participación de jinetes, según el alcalde, "siempre se ha mantenido", aunque "se ha recuperado tras los dos últimos años", ya que era más "inestable" desde 1995, cuando se decidió cambiar los gallos vivos por gallos de goma o cerámica.

"El día de los gallos de Nalda está muy señalado en el calendario, tiene mucha afluencia de público y, aunque ha ido evolucionando, no ha perdido su esencia y siempre va a ser el día más conocido de las fiestas", ha defendido el alcalde.

Esta fiesta es muy conocida "fuera del pueblo", ha asegurado Osés, quien ha explicado que los jinetes acuden sobre todo de Fuenmayor, localidad de donde han sido los dos últimos ganadores.

Sin embargo, el alcalde espera que se recupere la participación de los jinetes locales, ya que "el año pasado participaron tres chicos de Nalda y volverán a participar esta tarde", ha destacado.

Ha reconocido que, aunque es una carrera abierta a todo el que quiera participar, "siempre hace ilusión que gente del pueblo forme parte de la tradición" y ya solo queda "tener algún ganador de Nalda".

Esta evolución también ha afectado a la posterior merienda en las bodegas, dado que antes se comían los gallos que habían conseguido los jinetes y "ahora se hace una fiesta gastronómica, de pollo en el polideportivo", ha explicado.

El año pasado participaron en esta fiesta gastronómica unas 800 personas y en cada edición aumenta el número y el alcalde espera que hoy se supere esa cifra.