La Rioja de a pie reclama el foco

Nadie mejor que el ciudadano de a pie para conocer las inquietudes de la calle. La ciudadanía, ante una nueva campaña electoral, vuelve a reclamar un papel central como nunca antes. Y lo hace pidiendo a los políticos que prioricen el bien común y el interés general conscientes, como son, de que a partir del 24M será más necesario si cabe el diálogo y el entendimiento. Diario LA RIOJA reunía ayer a riojanos de distinto perfil en la puerta del Parlamento horas antes de que los partidos dieran oficialmente el pistoletazo de salida, donde dejaron claro que el empleo sigue siendo el reto como sociedad.

Jesús Pérez, ingeniero de 42 años, autónomo y, por tanto, emprendedor, tiene las ideas claras al respecto. «Los autónomos son la clave de la recuperación económica», dice. Y no sólo «porque se emplean a sí mismos, sino porque seguramente serán los próximos empresarios y empleadores». Y Pérez, miembro de ATA, realiza dos peticiones claras en este sentido: la primera, consolidar la 'tarifa plana' para quien se decide a establecerse por su cuenta y, la segunda, la modulación del pago de las cuotas proporcionalmente a ingresos y beneficios. Honestidad y sensatez en la clase política, además, seguirían siendo muy bien recibidas.

Que el desempleo sigue siendo el mayor quebradero de cabeza también lo deja claro Santiago Santo Domingo, jubilado de 68 años. «La pensión del abuelo está sirviendo para paliar entre comillas parte del problema», explica a la vez que advierte de que, pese a todo, «hay pensiones muy bajas que habría que revisar». Santo Domingo cree que los nuevos partidos, «en referencia a los dos que sabemos todos», deben servir para evitar todo lo malo hecho hasta ahora. Y es que junto al paro, la corrupción se alza como otra de las grandes preocupaciones.

Nicoleta Miu, rumana de 25 años con casi cuatro años de residencia en España, entiende que la política debe servir para solucionar los problemas de todos y que, en ese sentido, nadie parece tenerlo claro. «Si dejasen de pelearse entre ellos y se centrasen en lo que importa de verdad, la ciudadanía los vería de otra manera», explica esta trabajadora del sector hostelero.

Jesús del Pozo, vecino de Murillo, secretario de la Unión de Comunidades Islámicas de La Rioja, y parado a sus 59 años, pone el rostro a alguno de esos problemas. Tenía negocio y, con la crisis, se vio obligado al cierre. Ahora, pese a su edad, sigue dándole vueltas a la idea del autoempleo, en el que ve parte de la respuesta. «Gente con ideas y con capacidades deberían tener ayudas o, al menos, no tantas trabas», defiende quien considera que «no todo es trabajar para una gran corporación» y que «muchas actividades que daban para comer sin mayores pretensiones han dejado de hacerlo por la presión fiscal», amén de otros gastos fijos como alquileres o suministros. «Cuanto más pluralidad y partidos haya, mejor... más necesidad de escucharse, pactar y buscar soluciones», apunta.

Carmelo Echapresto, joven agricultor de Daroca de Rioja, gestiona una explotación a sus 35 años junto a su esposa. 65 hectáreas de viñedo, frutal y cereal que le llevan a reclamar ayudas y, sobre todo, precios justos. «La Rioja está muy enfocada a la viña, y hay mucho más... fruta, hortaliza y ganado», expone mientras añade que todo debe ser tenido en cuenta a la hora de fijar población en las zonas rurales, «donde más que a los partidos se vota a las personas».

Asentar población en los pueblos, sí, sin olvidar que también hay quien se marcha de las ciudades e incluso del país. Manuel Vicario, estudiante del Grado en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de La Rioja, cuenta a sus 24 años que si no encuentra trabajo aquí, «no tendré problemas para moverme». Sus perspectivas de futuro pasan por dedicarse a la investigación comercial y cree que «buscando bien y con actitud» podrá conseguirlo. Su preocupación es la alarmante fuga de cerebros que se está produciendo, para la que reclama soluciones.