Una semifinal de pronóstico incierto
Altuna y Laso se miden en el Atano, en una reedición de la final del pasado año, en la que venció el amezquetarra
Un partido sin favorito y de pronóstico incierto. Jokin Altuna y Unai Laso se miden esta tarde en San Sebastián con la final del Manomanista como objetivo. Seguramente, el mejor enfrentamiento que se puede ver a día de hoy en la distancia. La cátedra lo sabe y llenará el Atano donostiarra. De hecho, las entradas se acabaron hace días. Quien gane pensará en mañana domingo y en Artola y Larrazabal, que se disputan la otra plaza en la final. Tres representantes de Baiko y uno de Aspe, como ya ocurrió en el Parejas.
En Unai Laso hay dos etapas bien diferenciadas: la primera y la que se inicia en el 2021 con su regreso a Baiko tras una abrupta salida del mundo profesional. Y es en esta segunda en la que se ha erigido en protagonista y en la que han aparecido sus duelos con el delantero de Amézqueta. Cuatro hasta la fecha, con dos victorias para el navarro, la primera de ellas en mayo del 2022, año en el que ganó el título, y dos para el amezquetarra, la última en la final del pasado año.
Laso acude a la cita con la precaución de saber que su rodilla le aconseja. De hecho, suspendió su último partido en cuartos de final para darle descanso y no asumir más riesgos de los necesarios. Además, estaba clasificado para semifinales. «Laso lleva tiempo con molestias, incluso antes del torneo de Parejas, y se ha visto el nivel que ha dado», recordaba el martes Jokin Altuna tras la elección de material. «Puede que pare en verano para recuperar al cien por cien la rodilla. Necesito descansar», admitía Laso.
Hoy no será el día elegido para descansar. Sabe Laso que si elimina a Altuna tiene muchas opciones de repetir título en el Manomanista. Ninguno de los dos objeto nada acerca del material presentando y separado. Si uno se guía por este torneo, Laso se ha mostrado más solvente que Altuna, aunque ambos han llegado al mismo destino. Ha resuelto antes el futuro el navarro. «Para ganar a Jokin hay que jugar al cien por cien», recuerda. Y eso que perdió ante Larrazabal, aunque ante Darío fue muy superior, sin olvidar las limitaciones en las manos del pelaire.
Ambos sacan bien y se defienden con solvencia en el resto. Quien asuma la iniciativa, y ambos son pelotaris de atacar y mandar, hará que el rival sufra. Las tacadas serán importantes también. Si uno de ellos se desconecta entrará en una situación problemática, porque salvo el 17-22 que se vivió en Bilbao en la semifinal del 2022, los otros tres partidos han sido de enormes diferencias en el marcador: 7-22 a favor de Laso y 22-9 y 22-5 (en la final del pasado año) para Altuna.
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