Kallio se acerca a Tito Rabat

West fue el más listo y, saliendo desde el puesto 23, fue capaz de ganar la prueba de Moto2 en Assen, por delante de Viñales y Kallio, con Tito Rabat sobreviviendo y sumando puntos desde la octava plaza. El riesgo de apostar por ruedas de seco era una alternativa real, y algunos optaron por ella. Muchos de los traseros, como Jordi Torres o Jonas Folger, y también Aegerter, en las posiciones delanteras. Fue un desastre. Tras una salida en la que Lowes y Corsi pusieron tierra de por medio, volvieron las gotas de agua y con ellas el adiós definitivo a la idea de que se crease un carril seco que permitiera competitividad en esas monturas.

Con los 'secos' eliminados, quedaba por saber cómo afrontaría la lluvia el líder, Tito Rabat, y lo hizo con calma, prudencia y casi con temor. Salió bien pero pronto se vio rebasado por el ímpetu de los que no tienen nada que perder. A la par de su compañero Kallio, fueron cediendo posiciones hasta prácticamente cerrar el top-ten. Desde ahí recuperó sensaciones en una carrera en la que nadie iba a ganar el título pero de la que se podía salir con un 'cero' al mínimo error. Muchos rivales se iban eliminando, algo que permitió a Rabat salir rasguñado, con la octava plaza, pero no herido, como líder del Mundial y sabedor de que, en condiciones normales, él es el piloto más fuerte de entre todos los que hay con las 600 cc.

Por delante la lucha por la carrera era ya de cuatro hombres. West, Kallio, Maverick Viñales y Luis Salom, que incluso llegaron a tocarse con disculpa posterior del '39', que acabó por los suelos. Era el momento de West, que supo mejor que nadie adaptarse a las circunstancias.