Mateo toca la gloria
El púgil riojano se proclama campeón de Europa de Superligero versión IBO después de derrotar en Lyon al francés Faykal Rezkallah
La Rioja ya puede presumir de contar con un título europeo en las vitrinas de su federación de boxeo. Ricardo Fernández, Mateo, se alzó con el cinturón en la categoría Superligero de la Organización Internacional de Boxeo (IBO) en el combate que celebró el pasado sábado en la ciudad francesa de Lyon. El riojano venció por unanimidad de los jueces al galo Faycal Rezkallah tras diez asaltos.
«Mateo está al máximo. Lleva diez días en el peso. Vamos a por el cinturón», advertía José Ignacio Barruetabeña, su entrenador, antes de emprender el viaje a tierras francesas. Y así fue. «Mateo ha disputado más choques a ocho asaltos, llega bien a la distancia, es un diésel que necesita entrar en la pelea y trabajar la presión. Vamos a ver si el francés está habituado a eso», añadía.
La estrategia del riojano resultó exitosa. Barru y Mateo sabían que Rezkallah apelaría a su altura y alcance para llegar hasta el riojano, pero también eran conscientes de que el paso de los minutos y de los asaltos jugaban a su favor.
El galo comenzó más fuerte que el riojano. Se anotó los tres primeros asaltos a pesar de recibir un fantástico derechazo en el segundo que le hizo daño. A partir del cuarto asalto y una vez atravesado el ecuador, Mateo ganó protagonismo en el cuadrilatero, Asfixió a Rezkallah y llegó con más golpes a su cuerpo. En el séptimo round, un derechazo del riojano tiró al local a la lona, pero se levantó mientras escuchaba la cuenta. Mateo controló con mayor autoridad el combate a partir de ese momento, mientras que la decisión de los jueces se inclinaba claramente por el riojano. Mantuvo en la distancia a Rezkallah y le atacó hasta llegar al límite.
El riojano debutó en el año 2017 y hasta el momento ha participado en 19 combates, de los que ha ganado doce
«Mateo se merecía una oportunidad como esta. Es un boxeador honesto, serio y que jamás se ha arrugado. Quería el título y lo ha demostrado con sacrificio durante la preparación y con hechos sobre el ring. La verdad es que sigo emocionado», explica Barru. «Quiero agradecer todos los mensajes de apoyo que recibí antes de la pelea y las felicitaciones que aún me siguen llegando. Gracias al 'profe' y a mis compañeros por estar a mi lado durante la preparación, a los 'compas' de Euskobox, a mi compañera, que sabe entenderme, y, siempre, a mi familia», enumeraba Mateo.
El púgil toca la gloria a sus 29 años. Debutó en el año 2017 y en sus diecinueve combates ha sumado doce victorias, aunque ninguna como la del sábado. Ahora bien, deberá seguir compaginando su pasión por el boxeo con el día a día y eso incluye trabajar para poder vivir. Antes en la viña, ahora en una empresa cárnica.
