Alberto insufla esperanza al Haro para optar aún a la liga

Alberto cambió ayer su posición de juego para sorpresa de propios y extraños, pero fue todo un acierto de su entrenador, Roberto Ochoa. Un golpe de efecto. Desde el inicio. En la primera ocasión del encuentro aprovechó un rechace de la defensa de La Calzada para abrir el marcador. Era el primer minuto y Ochoa ya tenía un argumento de peso a su favor. Pero hubo más.

Durante la primera mitad los calceatenses apenas pisaron el campo contrario, avasallados por el Haro. Dolidos por el empate con el Pradejón, los blanquinegros encontraron en los rojillos un cabeza de turco. Suárez y Óscar lo intentaron con sendos disparos, pero no lograron marcar. Era la tarde de Alberto. En el minuto 42 Suárez centró dentro del área. Unai no llegó a rematar, el portero Darío despejó y allí estaba Alberto, que empujó el balón al fondo de las mallas. Segunda razón.

El partido fue extraño. No fue vibrante pero se vio una goleada casi por goteo. Y, para colmo de rarezas, y como viene siendo habitual, La Calzada presentó en su alineación a más harenses que el propio Haro: Darío, Castillo, Azcárate, Rocky y Alonso. Pero Alberto, que es de Vitoria, tenía más que decir, ya en la segunda parte del encuentro.

De nuevo solo pasaron dos minutos tras el descanso cuando Alberto, quién si no ayer, regaló un balón a su compañero Unai que, solo ante el portero, no perdonó y marcó el tercer gol. Entonces se sucedieron los cambios, con el partido ya resuelto y La Calzada sin poder inquietar la portería del jarrero Ríos. Un solitario y desviado disparo del lateral Chencho había sido la nómina de ocasiones de los calceatenses en la primera parte. Chinchetru varió posiciones, retrasó a Javi de central y sacó a César al centro del campo.

Pero allí estaba Alberto. Y en el minuto 61 otorgó otro balón de gol, esta vez a Morales, que marcó el cuarto tanto de la tarde. Para cerrar la goleada marcó de nuevo Morales, ya en el 86, rematando de cabeza un córner centrado por Óscar. La victoria parecía poco más que balsámica, pero resultó más que valiosa. El inesperado empate del Varea en casa ante el Arnedo mantiene al Haro vivo en la lucha por el título.