Juanjo Guerreros, Diego Martínez y Carlos Lasheras, en Las Gaunas. JUSTO RODRÍGUEZ

La UD Logroñés abre una nueva etapa alejada de su pasado

Todo nuevo. Los blanquirrojos inician hoy su pretemporada en Segunda Federación con director deportivo, técnico y equipo nuevos y un único reto, el de ascender

Lunes, 24 de julio 2023, 07:55

Se acabó el verano. Setenta y ocho días después de consumar su descenso, la UD Logroñés regresa al terreno de juego. Lo hace inmersa en ... un profundo cambio como consecuencia, precisamente, de ese cambio de categoría. De Primera a Segunda Federación. Y, por supuesto, con el único objetivo de regresar a la categoría perdida. Nuevo director deportivo, nuevo entrenador y nueva plantilla, ajustada a la nueva realidad. Todo, o casi, es nuevo, incluido el hecho de comenzar la campaña en sus instalaciones de Valdegastea.

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Atrás queda la decepción que supuso la pérdida de la categoría. Decepción que no fue dramática porque se cocinó a fuego lento. De nada sirve pensar en ella. De aquella plantilla para el olvido, pero que ha escrito la página más lamentable del club, quedan cinco jugadores, que esta mañana se reencuentran en un vestuario con veinte inquilinos y quizá alguno más del filial de Tercera, que también estrena categoría, aunque ya la conocía.

  • Porteros (2)

  • Kike Royo

  • Álex Daza

  • Defensas (7)

  • Yasin Iribarren Lateral derecho Sergi López Lateral derecho

  • Javier Lizarraga Central

  • Cristian Fernández Central

  • Miki Codina Central

  • Andoni Ugarte Central Iñaki Sáenz Lateral izquierdo

  • Centrocampistas (8)

  • Imanol Sarriegi Medio Adriá Capdevila Medio Urtiz Urzelay Medio

  • Asier Goti Medio

  • Aitor Seguin Extremo

  • Jon Madrazo Extremo Álex Arias Mediapunta Unai García Mediapunta

  • Delanteros (3)

  • Lander Yurrebaso

  • Ander Vitoria

  • Jonatan Gónzalez 'Jony'

  • Entrenador

  • Diego Martínez

El descenso ha servido, al menos, para cambiar la gestión. Después de dos veranos en los que se construyeron plantillas contra el reloj y que no dieron el resultado apetecido, la planificación del actual periodo estival ha sido menos atropellado, aunque durante el fin de semana se firmasen a cuatro jugadores.

Diego Martínez tiene seis semanas para convertir una plantilla en un equipo que juegue como tal y mande en su competición

Carlos Lasheras es el arquitecto de este nuevo equipo junto a Diego Martínez. El primero regresa y el segundo se estrena. Ambos conocen el camino que lleva desde Segunda a Primera Federación. Lasheras lo acaba de firmar en el Sestao y Martínez lo disfrutó en Soria hace un año. Ambos han tenido tiempo suficiente para madurar una plantilla que más de uno califica de muy buena para la categoría. No serán las palabras sino el campo el que la califique. La última plantilla, sin ir más lejos, albergaba grandes nombres. Tan grandes como enormes fueron las decepciones.

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Dos rasgos definen a este nuevo bloque. Primero, la mayoría de sus jugadores suma muchos partidos en Segunda B o Primera Federación. También, los menos, en Segunda. Segundo, todos ellos, salvo Adriá Capdevila conocen el fútbol del norte porque han jugado muchas temporadas en equipos vascos, navarros o riojanos. Y esa es la composición de este grupo.

Diego Martínez arranca con una plantilla prácticamente hecha, a falta de detalles –el próximo puede ser Javi Cobo, centrocampistas cántabro–. Nada que ver con las dos últimas campañas. Mezcla veteranía, caso de Kike Royo, Iñaki Sáenz, Titi, Arias, Goti, Vitoria o Yurrebaso con juventud, representada por Daza, Sergi, Codina, Capdevila, Lizarraga o Jony. Veteranía entendida como la virtud que da no solo la edad, sino jugar muchos partidos, saber qué hacer en todo momento sobre el césped. Quienes llegan de Segunda Federación o han jugado en Primera o han soportado la presión del ascenso. Yasin lo ha logrado con el Tarazona; Lizarraga, con el Antequera; Ugarte, Urzelay, Goti y Yurrebaso, con el Sestao.

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El equipo se estrena esta mañana a las 10.00 horas en su ciudad deportiva. Ésta se ha convertido en su refugio tras el descenso. No solo se ha trasladado el primer equipo, que ya lo hizo en la recta final de la campaña pasada, sino todos sus conjuntos de categorías inferiores, que aspiran a jugar sus partidos oficiales en ella. Y al cambio deportivo le ha seguido el institucional, porque las oficinas de la UD Logroñés ya no están en Las Gaunas, sino en Valdegastea. Decisión fruto del ahorro económico que conlleva el descenso. No es la única.

Diego Martínez y sus hombres tienen seis semanas de tranquilidad por delante para trabajar y comenzar a sentar las bases del nuevo proyecto. La calma solo se verá alterada por sus amistosos, que serán examinado con lupa por una afición deseosa de abrir una etapa exitosa. Amistosos que no dictan sentencia, pero dejan anotar apuntes. Lo único claro es el titular que desea escribir el club, el del ascenso.

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