La razón juega contra un Haro que mantiene la esperanza hasta el final
El cuadro jarrero tiene mucho que sumar en las tres últimas jornadas para llegar a la siguiente fase con opciones de permanencia
Es difícil ilusionarse cuando la razón, las matemáticas y la realidad juegan en tu contra. Pero a algo tiene que agarrarse el Haro mientras ... la permanencia en la futura Segunda RFEF siga estando al alcance, especialmente esperanzado con las opciones que se abrirán en la siguiente fase de la competición, un nuevo horizonte al que llegará lastrado, pero con posibilidades. Y es que una vez la salvación directa es imposible, los jarreros llegan a las últimas tres jornadas conscientes de que necesitan sumar prácticamente todo para acumular un buen rédito.
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El reto es máximo para un equipo que no ha conseguido carburar esta temporada. A lo largo de quince jornadas el Haro presenta unos números pobres, con 9 puntos logrados por medio de una única victoria y seis empates. La categoría está exigiendo más. Sus rivales más directos, el Izarra y el Ejea, suman nada menos que 3 y 5 puntos más respectivamente que los riojalteños.
En octubre el Haro arrancó como un equipo que aspiraba a repetir la notable temporada anterior, en la que recién ascendido se asentó en la zona media y se mostró descarado y competitivo ante rivales de mucha entidad. El técnico y varios jugadores (Fermín, Duro, Kevin, Josua, Bueno...) se mantenían en la plantilla. Sin embargo, desde el inicio del presente curso ciertos detalles o golpes de mala suerte en forma de lesiones y decisiones arbitrales (como las de Ejea), se sumaron a las malas sensaciones en un equipo que no terminaba de carburar mientras que sus rivales arrancaban con fuerza. Pronto se quedó por detrás el Haro y esa losa ha pesado en puntos pero también mentalmente a un equipo que ha competido a contracorriente, en una situación siempre comprometida.
El triunfo ante el Izarra, primero y único, a final del año, permitió iluminar el futuro, pero el regreso a la competición no pudo refrendar la reacción. Las tres derrotas consecutivas ante el Calahorra, el Ejea y el Osasuna B terminaron por hundir las esperanzas del Haro de salir del pozo. Un detalle reseñable es que el club ha mantenido en todo momento la confianza en Aitor Calle, su técnico, que se ha ganado el apoyo previamente con un ascenso y el estreno en Segunda B, pero que en este año no está logrando enderezar el rumbo.
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Desde el pasado domingo, la permanencia directa está matemática fuera del alcance del Haro, que hace semanas que se mentalizó de esa situación. Nada ganan los jarreros con lamentarse y se centran en las opciones que aún mantienen y que pasan por sumar lo máximo posible en las tres jornadas que restan. Un par de triunfos, por ejemplo, servirían para afrontar la siguiente fase, en la que se acumularán los puntos, con otra ilusión.
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