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La SD Logroñés choca contra un rocoso Izarra
El equipo logroñés sufre la primera e inesperada derrota de la temporada ante el penúltimo clasificado
No esperaba la SD Logroñés que su primera derrota en liga llegara ante el Izarra, penúltimo clasificado, y en casa, un fortín hasta este sábado. ... Pero este tipo de pequeñas desgracias ocurren hasta en las mejores familias. No fue el mejor partido de la temporada de los banquirrojos, puede que fuera, de hecho, el peor, y algo pudo tener que ver que se disputara a puerta cerrada, sin la afición logroñesa, con el terreno de juego en mal estado, con jugadores clave como Ledo y Calderón en el banquillo por apenas haber podido entrenar tras el último confinamiento, y con un viento que ponía la guinda a las dificultades del juego.
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La SDL jugó la primera parte atacando en la portería del Este, con el viento a favor, pero a los 3 minutos recibió un gol en contra, el único tanto de todo el partido. Centró el balón Gómez y en el primer palo remató de cabeza el defensa central Endika, ganándole la pugna por alto al local Chacón. Probablemente ni los navarros se esperaban iniciar así el encuentro, aunque bien es cierto que contaban con tres jugadores nuevos y estrenaban entrenador en el banquillo.
SD Logroñés
Jero, Borja (Alain, m. 85), Caneda, Chacón, Loza (Calderón, m. 76), Emilio (Sánchez, m. 46), Rodellar, Lacruz (Achi, m. 63), Esteban, Javito e Imanol.
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Izarra
Julio, Eguaras, Morte, Endika, Gallego, Parra, Hinojosa, Yoldi (Oli, m. 68), Gómez (Losantos, m. 85), Sánchez (Guti, m. 68) y Laborda (Eneko, m. 73).
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Gol: 0-1, m. 3, Endika.
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Árbitro: Francisco García Riesgo (Asturias), con Daniel Hernández y Luis López como asistentes y Juan Manuel Martín (La Rioja) como informador, amonestó a los jugadores locales Borja, Caneda y Achi y a los visitantes Julio, Morte, Endika y Guti.
Intentó reaccionar el equipo logroñés e imponer su juego, controlando el balón, tocando, hilvanando las jugadas, pero no encontraba la profundidad de otras veces. No había verticalidad, apenas se llegaba por las bandas, no había centros al área y, por tanto, tampoco remates ni disparos a puerta. El Izarra, poco a poco, se sintió cómodo otorgando la responsabilidad del partido a los locales, encantado de que pasaran los minutos y no pasara nada más. Tampoco estaba el césped como para jugar bonito. «El campo parece un patatal», lamentó alguien en la grada.
A los 28 minutos Javito centró un balón desde la banda derecha que se envenenó y puso en dificultades al portero Julio. Mal augurio que la mejor jugada de la SDL fuera involuntaria. Poco después el navarro Laborda robó un balón sobre la frontal, se adentró en el área local y disparó a puerta, pero flojo, así que el guardameta Jero atrapó sin problemas. Así se llegó a la recta final de la primera parte y, entonces sí, la SDL fue la que acostumbra a ser: incisiva, peligrosa, intensa. Pero no tuvo suerte.
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Antes hubo que superar el susto, en el 40, del despeje de Chacón en el área pequeña local que golpeó en la espalda de Loza y casi se cuela en propia meta si no es por el ágil y atento Jero. En el 42, Esteban recibió un balón en el pico del área, dribló a un defensor y se le abrió hueco para disparar, aunque escorado, y tiró duro y seco a portería, donde un seguro Julio logró despejar. Poco después Javito protagonizó una buena jugada por banda derecha internándose hasta el primer palo y arrastrando a portero y defensores, entonces cedió hacia atrás para la llegada de Loza, quien remató a bocajarro desde el punto de penalti. Ya se cantaba gol cuando apareció el portero navarro estirándose, infinito, y deteniendo el balón con la cara.
Las dos clarísimas ocasiones desperdiciadas desquiciaron a la SDL e insuflaron fuerzas al Izarra, que se fue al descanso vivo y coleando. Tras el descanso, el entrenador logroñés Albert Aguilá introdujo al delantero Juan Antonio Sánchez en lugar del centrocampista Emilio. La apuesta era clara: nada de especulación, había que marcar. Pero en la segunda parte el equipo navarro se mostró rocoso, impidió jugar y fue lo que tenía que ser para llevarse una valiosísima victoria del campo Mundial 82: ser pícaro.
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En cada saque arañaba medio minuto como mínimo, los balones que se iban fuera casi se mandaban al Ebro o a Álava y si había que hacer una sustitución, se mareaba al asistente para generar confusión y perder un poco más. Para colmo, a Albert Aguilá se le perdieron los papeles por el viento y primero él y después el delegado de campo tuvieron que introducirse en el campo para recuperarlos. Nada salía bien.
Añadido para nada
Los logroñeses, eso sí, buscaron el gol del empate, condujeron el partido como pudieron y, sobre todo en los primeros minutos de la segunda mitad, pisaron el área visitante. Pero la mejor jugada de peligro, si no la única de todos los segundos 45 minutos, fue en el 80, obra del lateral derecho Borja, quien recogió un rechace fuera del área, se internó en ella y disparó demasiado cruzado. Poco o nada más.
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Entre tanto, el Izarra se dedicaba a todo menos a jugar pero, de vez en cuando, con los blanquirrojos adelantados, tiraban un balón en forma de flotador al campo contrario y el delantero Laborda daba un susto. No disparando a puerta, pero sí haciendo correr a la defensa, manteniendo la posesión e intentando asistir a sus compañeros llegando desde atrás, aunque unas veces Jero y otras los defensores locales cortaban esas jugadas.
En el 76 entró Calderón al campo en sustitución de Loza. Una esperanza con más ilusión que realidad. A la SDL no le convienen ni las prisas ni las precipitaciones. El navarro Eguaras dispuso de la última oportunidad del encuentro con un disparo que se marchó fuera, desviado. Hubo 5 minutos de tiempo añadido, pero no sirvieron de nada que no fuera perderlo. No era el día de la SDL y sí del Izarra. Los blanquirrojos pierden así su condición de invictos y su oportunidad de alcanzar el liderato.
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Albert Aguilá | Entrenador de la SD Logroñés
«Estamos tristes pero tenemos que levantar la cabeza»
«Estamos tristes pero tenemos que levantar la cabeza. Vamos a pensar que en el siguiente vamos a estar mejor», reconocía el entrenador de la SDL, Albert Aguilá, al finalizar el encuentro perdido. El técnico logroñés no quiso buscar excusas: «Hemos encajado un gol pronto y eso ha cambiado la dinámica del resto del partido. El Izarra se ha echado atrás, ha juntado líneas, ha jugado en su campo todo el partido y prácticamente no ha tenido ninguna otra ocasión de gol». Aguilá valoró que, en el primer tiempo, su equipo estuvo «relativamente bien, intentando dar continuidad al juego y con ocasiones claras». Sin embargo, en la segunda parte reconocía que «nos ha podido un poco la ansiedad y no hemos sido capaces de exigirle al rival en su área».
No se podía negar que los blanquirrojos se quedaban, en palabras de Aguilá, «con mal sabor de boca por la derrota porque no hemos sido capaces de generar tantas ocasiones como otros días». Pero haciendo una lectura positiva, el entrenador expuso que «algún día tenía que llegar esta derrota y seguro que nos hace más fuertes y nos hace aprender». «Estamos tristes por haber perdido, pero tenemos que verlo con positividad para poder hacer las cosas mejor y salir a tope en el próximo partido para sacar los tres puntos», declaró Aguilá.
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Y el siguiente encuentro no está lejos. El próximo miércoles la SDL tiene previsto disputar el partido aplazado hace un mes por el temporal Filomena y que debía enfrentarle al Haro. Será en el Mundial 82 y, de nuevo, a puerta cerrada.
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