La primera victoria a domicilio de la SD Logroñés

Tardó en asentarse la SDL sobre el sintético del Municipal de Tarazona, con una puesta en escena bastante pobre, marcada por la mala ejecución de la presión en campo contrario. Jugaba cómodo el cuadro dirigido por David Navarro, renovado con respecto al envite de la primera vuelta y la salida de balón encontraba continuidad por los costados. Una cabalgada de Abreu por la izquierda y dos disparos de Lucho bien taponados por la zaga visitante fueron los primeros méritos de una escuadra aragonesa que sondeó las debilidades del oponente en un saque de banda colgado al área por De la Mata sin mayores consecuencias. En la segunda tentativa Rodellar y César Caneda se estorbaron a la hora de despejar, Santigosa le robó la cartera a Imanol en la frontal del área y Casi, tras un primer rechace, cazó el esférico para anotar el 1-0.

No pasaba por un buen momento el conjunto de Albert Aguilá, minimizado por el buen hacer en defensa del Tarazona pero, como si de un interruptor se tratase, el juego de la SD Logroñés se encendió al paso por el minuto 21, en una gran jugada elaborada en la sala de máquinas, que terminó con un pase al hueco de Rodellar al que no consiguió llegar Juan Antonio. Desde ese momento el bando logroñés pasó a controlar el choque, avasalló a su oponente y le dio la vuelta al partido como a un calcetín. Caneda se topó con al respuesta de Company antes de que Achi y Emilio comandaran las siguientes escaramuzas de un equipo que niveló la contienda gracias a un golazo de falta de Emilio, otra maestra como la que valió el empate ante Haro. La tendencia del choque desembocó en el segundo en una rápida transición tras un robo de Borja, que permitió a Imanol encontrar al espacio a Juan Antonio, que puso el tanto en bandeja a Achi (1-2). Calderón y Caneda aportaron dos ocasiones más al torrente forastero

Entró en una fase gris el encuentro tras el receso, alejado del correcalles de la parte final del primer acto, convertido ahora el duelo en un pulso táctico que la SD Logroñés supo gestionar con notable solvencia. El anfitrión cayó en las redes de una SDL asentada sobre un buen repliegue defensivo. Afianzó Aguilá su plan con otro triple cambio, y consiguió mantener la contienda en un pasaje de calma tensa hasta los últimos compases, cuando dos pases de la muerte se pasearon por el área de Jero sin encontrar rematador.