«Si hubieran podido, nos habrían dejado muertos allí»
Agresiones ·
Tres aficionados de la UD Logroñés relatan las palizas que recibieron tras el partido contra la Real Sociedad y las secuelas físicas y mentales que sufren
El 4 de enero, la UD Logroñés vivió un día histórico. Por la mañana abrió las puertas de su ciudad deportiva y por la tarde llenó por primera vez Las Gaunas en sus catorce años, casi, de vida con la visita de la Real Sociedad. Un día que tampoco olvidarán tres aficionados. Tres jóvenes que fueron agredidos por un grupo de entre ocho y diez personas que vestían de negro y que solo dejaban ver sus ojos. Tres historias. Los tres están de baja laboral. Uno de ellos sufre cuatro fracturas en la cara y está pendiente de saber si será operado en los próximos días o no; el otro tiene una visión borrosa y es incapaz de ver la pantalla del móvil con normalidad; y el tercero sufre policontusiones. Tres vidas alteradas por tres palizas. Los tres han presentando las oportunas denuncias ante la Policía Nacional. «Vas a un partido de fútbol y te cambia la vida», dice uno de ellos.
Las agresiones han trascendido con el paso de los días. Son tres, en dos puntos diferentes. Las dos primeras, a dos amigos que iban a recoger su coche, aparcado en la calle de la Vía, junto a República Argentina. «Estábamos los dos. Yo hablaba por teléfono con mi novia y de repente vi que se acercaba alguien y tiraba a mi amigo al suelo. Lo siguiente que recuerdo es una patada en la cara, en los ojos, que me derribó. Al principio eran dos, pero luego eran ocho y nos dieron una paliza. Tendrían entre 20 y 25 años», relata.
«Nunca pensé que me podía pasar algo así. Fui al fútbol porque iban mis amigos, pero se me han quitado las ganas. No sé cómo calificar a esas personas. ¿Matones? No tienen calificativo. Nos pegaron con saña y si hubieran podido, nos habrían dejado muertos allí», relataba el segundo agredido.
«No tienen calificativos. Nos pegaron con saña y si hubieran podido nos habrían dejado muertos allí»
Ambos acudieron al CARPA y más tarde al hospital San Pedro. El segundo quedó ingresado en un box de urgencias hasta el día siguiente para hacer un seguimiento más exhaustivo de las fracturas en su rostro. «Tenían que medicarme y era necesario quedarme», explica. Ahora está de baja, como su amigo. «Debemos esperar a ver cómo evolucionan las fracturas. En dos semanas tengo revisión y ahí decidirán si me operan a no. También estoy en tratamiento oftalmológico. No puedo dormir porque me vienen rápidamente a la mente esas imágenes », explica.
Su amigo también tiene problemas con su vista. «Veo borroso y me duele mucho la cabeza. Soy incapaz de leer la pantalla del móvil», señala. «Simplemente somos dos personas normales, con sus vidas, sus familias, sus trabajos,... Vas a un partido de fútbol y te cambia la vida», añade.
El tercer agredido también fue sorprendido en República Argentina. Iba solo, también con su bufanda blanquirroja. «Se acercaron y me dijeron: qué bufanda llevas. Y a partir de ahí, patadas, botellazos, cristales...», recuerda. Poco después acudía al Hospital San Pedro, donde pasó dos horas hasta que salió con un informe médico que detalla «abrasión superficial en el cuello izquierdo y policontusiones».
El más grave de los tres presenta cuatro fracturas en la cara y está a la espera de saber si es operado o no
«Tengo dolorido el cuerpo y estoy preocupado por una patada que recibí en la garganta. Me duele y creo que tendré que volver al médico», añade.
Los tres coinciden en que son tres personas anónimas, con vida propia, a los que les gusta el fútbol, pero que no pertenecen a ningún grupo o peña. Ciudadanos normales. «Lo único que queremos (y en eso coinciden los tres) es que se conozcan estos hechos. Todo parece que fue muy bonito ese día, pero no lo fue. Todo no. También pasan estas cosas y te toca y te toca», relatan con la confianza de poder recuperar la normalidad en sus respectivas vidas.
La Policía Nacional investiga los hechos tras las denuncias
Fue una patrulla de la Policía Local la primera en tener conocimiento de las agresiones a estos tres aficionados. Los tres disponen de partes médicos de lesiones porque los tres acudieron el CARPA –dos de ellos– y al Hospital San Pedro. Y los tres han presentados sus respectivas denuncias ante la Policía Nacional, que intenta esclarecer lo que pasó en esa tarde-noche del 4 de enero. De momento, se investigan las denuncias. Los tres agredidos admiten que sus agresores no llevaban ropa o símbolos que les identificasen con la Real Sociedad, pero sí revelan que ese grupo con el negro como color único estuvieron insultando, molestando y quitando bufandas blanquirrojas durante todo el día y que acudieron a la quedada realista.
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