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Parakárate
Campeones sobre el tatamiFran Lozano y Andrea Matarí, junto al resto de la comitiva de la selección española de parakárate, eligieron Logroño como sede de su última concentración antes de volver a la competición
Francisco José Lozano Ortega, natural de Elche, no nació invidente. Aprendió a andar pudiendo ver lo que le rodeaba sabiendo desde muy pequeño que lo que más feliz le hacía en el mundo era hacer deporte. También le apasionaban los videojuegos y fue, exactamente de esa manera, como descubrió que una enfermedad degenerativa le estaba arrebatando la visión a la temprana edad de 16 años. Por aquel entonces, este joven de la sonrisa perenne ya practicaba atletismo, natación e incluso taekwondo quedándole inyectado el veneno de las artes marciales en su cuerpo. No fue, sin embargo, hasta los 25 cuando se aventuró a subirse de nuevo a un tatami.
Tuvo que aprender todo desde cero y encontrar un espacio seguro en el que, según rememora, «se atrevieran a entrenar a alguien que no veía, ya que no había ningún caso como yo en toda España». Fue pionero en subirse a un tatami con esta discapacidad visual, en conseguir el cinturón negro primer dan por un tribunal, en ser el primer ciego en lograr el nivel uno de entrenador y en vestir el kimono de la selección española de parakárate.
Pero Fran no solo ha logrado ser grande dentro de nuestras fronteras sino que también ha llegado a lo más alto del deporte mundial. Lleva siendo campeón de España desde el 2016, salvo un pequeño paréntesis en 2021 que le alejó de las competiciones por una lesión en su rodilla. A nivel Europeo, en Serbia, el karateca se subió al podio para colgarse la presea de oro en el primero campeonato de la disciplina. «El primer Europeo que se hizo y el primer campeón fue un invidente español», relata entre risas. Tras este, el karateca se ha tenido que conformar con varios bronces que no merman su ilusión por seguir compitiendo buscando de nuevo el oro.
«Tuve que buscar a alguien que se atreviera a entrenarme ya que no había ningún caso como yo en toda España»
Fran Lozano
Karateca invidente
«Descubrí este deporte con la película de 'Kárate Kid', empecé a entrenar y aquí sigo desde entonces»
Andrea Matarí
Karateca con Síndrome de Down
«En la actualidad, el equipo nacional de parakárate está segundo en el ranking mundial»
Ainhoa Rodríguez
Seleccionadora
El kárate no solo le ha dado reconocimientos sino que la ha permitido asimismo mejorar la memoria y orientación espacial. «Al principio todo era prueba-error, parecía un pato mareado, pero según vas trabajando y vas desarrollando unos sentidos espaciales que antes solamente los intuías», asegura Fran.
El kárate también irrumpió en la vida de Andrea Matarí Pérez para cambiarlo todo. La deportistas de 29 años se topó con esta disciplina de la manera más cotidiana posible: viendo la televisión. Tal y como cuenta la joven con Síndrome de Down, «descubrí este deporte al ver la película de 'Kárate Kid', decidí empezar a entrenar y aquí sigo desde entonces». Este deporte le ha dado muchas cosas, entre ellas la seguridad en sí misma. «Me siento fenomenal practicando kárate, además me sirve mucho para soltar la rabia que tengo por dentro», explica.
La karateka es una parte fundamental de la selección nacional por su disciplina y su simpatía. Un terremoto donde los haya, la joven se siente enormemente orgullosa y se emociona al recordar todo lo conseguido estos años mientras se ríe y bromea con sus compañeros. «Estoy súper orgullosa de mi, por los premios con la española y con mi equipo 'Las Albóndigas'». Y es que, en Pozuelo, donde reside en la actualidad, lleva más de quince años compitiendo en un equipo que se ha convertido en un referente al ser el único formado por personas con discapacidad que compite a nivel nacional.
Tanto Fran como Andrea practicaron sus katas el pasado fin de semana en Logroño durante la concentración que la selección española de parakárate ha realizado en la comunidad antes de meterse de lleno de nuevo en las competiciones. Su seleccionadora, Ainhoa Rodríguez Fernández, quiso resaltar la importancia de este tipo de iniciativas para «normalizar la práctica deportiva entre karatecas con y sin discapacidad; además es la última vez que van a entrenarse antes de la participación en los Juegos Inclusivos».
Era la tercera vez que el equipo nacional pisaba la capital riojana para este tipo de cometido al «sentirse como en casa» gracias al apoyo de la Federación Riojana de Kárate, la Delegación de Gobierno y Loterías del Estado. Para finalizar, la seleccionadora nacional quiso resaltar el enorme nivel que tiene el equipo: «En la actualidad está segundo en el ranking mundial, por lo cual el trabajo que llevamos realizando estos años nos posiciona en la elite como deportistas como Carlos Huertas, Fran Lozano o Isabel Fernández».
Ellos son solo algunos ejemplos de superación, compromiso y resiliencia sobre un tatami. Campeones de carne y hueso que demuestran a diario que se puede llegar al máximo nivel deportivo sorteando los baches de una vida repleta de adversidades.
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