Ver fotos

MIGUEL HERREROS
BM Logroño, 28-Anaitasuna, 24

Un triunfo con intermitencias

El Ciudad de Logroño aprovecha sus rachas y el buen papel de Jorge Pérez bajo palos para vencer con tranquilidad al Anaitasuna

Martín Schmitt

Logroño

Sábado, 4 de diciembre 2021, 20:48

Casi por inercia. El Ciudad de Logroño sumó una nueva victoria, un cómodo triunfo pese al resultado (28-24) frente a un Anaitasuna que se ... estrelló con un gran Jorge Pérez. El guardameta zaragozano cerró su portería y permitió a los franjivino acercarse un poco más a la Copa Asobal a falta de un encuentro por disputarse en la primera vuelta. No fue el mejor de los partidos de los riojanos, que mostraron cierto cansancio –físico y mental– después de la catarata de encuentros que ha disputado en el último mes. Pero ganó y lo hizo frente a un Palacio de los Deportes que lució una buena entrada.

Publicidad

El Ciudad de Logroño jugó una primera parte intermitente. Pisó el acelerador al principio, se atascó poco después, esprintó en el ecuador de esa primera parte para volver a griparse poco antes del descanso. Lo positivo para los hombres de Miguel Ángel Velasco fue que siempre estuvieron comandando el marcador.

Con un activo Ismael El Korchi, muy vehemente en los inicios del encuentro, el equipo franjivino tomó la delantera con un parcial 4-0. El Anaitasuna, sin su figura Ander Izquierdo, parecía no querer arrancar. Y en tareas defensivas, en un sistema que varió del 6-0 al 5-1, no podían contener a un efectivo Rivero.

Sin embargo, el equipo local sufrió un cortocircuito, sobre todo ofensivo, que permitió al bloque navarro igualar la contienda. Entró en pista Agustín Casado y a los pocos minutos el Logroño había recuperado la confianza del principio y estiró las diferencias a los tres goles.

Publicidad

Pero los de Velasco, quizá cansados por la acumulación de partidos, volvió a adormecerse, lo que permitió al Anaitasuna, gracias a Juan del Arco y a Héctor González, reducir las diferencias poco antes del descanso.

El acelerador a fondo

Tras el paso por los vestuarios el encuentro siguió por los mismos derroteros, con un Ciudad de Logroño jugando a rachas y un Anaitasuna que intentaba sobrevivir pero que continuaba chocándose con Jorge Pérez. Y fue justo después de reanudarse las cosas cuando el equipo franjivino volvió a pisar a fondo el acelerador para abrir un nuevo hueco importante que llegó a ser de ocho goles (23-15, en el minuto 40).

Publicidad

Fue la puntilla para un Anaitasuna con escasas ideas. Faltaban todavía veinte minutos por disputarse, y el equipo riojano había sentenciado. Porque a partir del cuarto de hora de esa segunda mitad, el partido se tornó denso, extremadamente pesado, con un ritmo exageradamente lento en ambas áreas.

Esto permitió que el Anaitasuna redujera las diferencias aunque la sensación era de que jamás iba a poder alcanzar a un Ciudad de Logroño que en cuanto quería imprimía un poco de velocidad para marcar distancias con el equipo pamplonica.

Publicidad

Así, el Logroño sumó una nueva victoria que le acerca a una Copa Asobal que se disputará en junio para demostrar que está en un gran momento de forma, quizá el mejor de esta primera vuelta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad