El Logroño se resigna a la espera de una 'wild card'

Los antecedentes no son favorables para el Ciudad de Logroño en este sentido. El año pasado, en idéntica situación, el Bidasoa, que acabó en la cuarta plaza, se quedó fuera de la competición europea. Y no hubo invitación alguna para los de Irún mientras el Logroño celebraba su clasificación por ser subcampeones de la Copa del Rey celebrada en Santander.

Quedarse fuera de la EHF Liga Europea es una gran decepción. Pero más lo es la forma en la que se consumó el fracaso, sin saber dominar una renta de cuatro goles en los minutos finales por parte de los franjivino. Porque del 28-24 que reflejaba el marcador en el minuto 54.15 se pasó al 28-29 favorable a un Torrelavega que incluso jugó sus últimos minutos con un hombre menos después de la exclusión del exfranjivino Pablo Paredes.

Pero esa desidia final no es algo nuevo para el cuadro franjivino. En el último partido de liga, con nada en juego debido a que el Granollers había hecho los deberes frente al Benidorm, el Ademar remontó cuatro goles en los últimos cinco minutos para el empate 34-34. Las cosas ya estaban decididas de antemano y ese encuentro no les daba nada a los riojanos, que jugaron esos últimos minutos en el Palacio de los Deportes de León sabiendo que el Granollers había aplastado al Benidorm.

En Jaén, el sábado, había demasiado en juego, y el Ciudad de Logroño, que había llegado a esta instancia después de un gran partido ante el Granollers, volvió a fallar en los momentos claves del encuentro. Unos minutos en los que se notaron las siete horas y media más de descanso de los cántabros. La roturas fibrilares de Javi García y Xavi Tuà así lo evidenciaron.

La temporada ya ha acabado. Ahora será tiempo de análisis, de balances, de ver qué se hizo bien y qué debe corregirse. De momento, la estructura del equipo continúa el próximo curso. Solo se marchan Palomino, Edu Cadarso y Edu Ortiz.