El Logroño mira con melancolía a un pasado no demasiado lejano
Ocurra lo que ocurra el sábado, será una de las peores primeras vueltas de la historia de los franjivino
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Una frase que se puede aplicar al Ciudad de Logroño, cuya campaña es la más irregular en muchos años. Cuando parece que los fantasmas se despejan después de un triunfo como el obtenido en Benidorm, llega el Anaitasuna al Palacio de los Deportes y se lleva los dos puntos por errores propios. Porque el conjunto franjivino pudo sentenciar quince minutos antes del final del encuentro, pero acabó sufriendo otra derrota en casa.
El Palacio de los Deportes, este curso, ha dejado de ser un fortín para los riojanos. De los catorce puntos que suman los logroñeses, solo cuatro se obtuvieron en el pabellón capitalino: los lejanos triunfos ante el Bidasoa y el Huesca. Nada más. Los de Miguel Velasco han caído esta temporada ante el Sinfín (27-31), el Granollers (24-35), el Torrelavega (34-35), el Barça (30-35) y el Anaitasuna (22-26).
Un lastre demasiado pesado para un equipo que podría cuajar la peor primera vuelta de la última década. Un conjunto que tiene los peores números de efectividad en portería (23 por ciento) pero que, sin embargo, continúa vivo con sus opciones europeas en una clasificación muy comprimida en la que solo se escapan el Barça, líder indiscutido, y el Granollers, que solo ha cedido puntos ante el Barcelona y el Ademar.
Lejos está el Ciudad de Logroño de aquellos tiempos de bonanza en los que lucía el nombre de la empresa de productos dietéticos. Años en los que el cuadro franjivino jugaba la Champions League ante los mejores equipos del mundo. En las temporadas 2014/15 y en la 16/17, el conjunto riojano terminó la primera vuelta con 26 puntos de 30 posibles. Impensable en los tiempos actuales con una plantilla sumamente joven y con poca experiencia.
Desde hace diez años, el Ciudad de Logroño ha estado siempre sobre los 18 puntos, salvo en la errática campaña del 2017/18, la última de Jota González al frente de un equipo que había perdido a su patrocinador principal. Ese curso, los riojanos sufrieron un inicio desastroso y precisamente en casa del Anaitasuna comenzó la remontada. Esa temporada, en la que se despidieron también, entre otros jugadores, dos históricos como Ángel Fernández y Rubén Garabaya, el conjunto franjivino acabó cuarto y se clasificó para jugar certamen europeo.
Los de Velasco solo han ganado dos partidos en el Palacio, una de las grandes sombras del conjunto riojano
Desde entonces, el Ciudad de Logroño ha ido perdiendo presupuesto año tras año y el club riojano se ha tenido que adaptar a las circunstancias. Sin embargo, nunca en estas diez campañas le había ido tan mal en el Palacio de los Deportes ni había tenido una portería con números tan bajos. Para colmo, Sasha Markelau, que se rompió un dedo el domingo (evitará el quirófano), ha estado fuera de concurso varios encuentros por distintas lesiones.
A los hombres de Velasco les resta un solo encuentro para acabar la primera vuelta. Será el sábado, a las 16.00 horas, en casa del Cisne. De ese encuentro dependerá si esta primera vuelta entra en la historia negativa del equipo franjivino o si puede permitirse el lujo de seguir pensando en Europa. A partir de entonces llegará el largo parón de invierno que debe servir como un periodo de reflexión.
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