Logroño, 34-Granollers, 30

El Logroño se aferra a la confianza para ir a Santander

El partido comenzó igualado. Un poco mejor el Granollers, que este sábado jugará la semifinal de la Copa Asobal en León ante el Cuenca, que supo cerrar su defensa ante el ataque comandado por Álvaro Preciado. Le costó a los franjivino marcar en esos primeros minutos. Cometió el cuadro local varias pérdidas que permitieron al conjunto vallesano correr y empezar a abrir pequeños huecos.

No alarmó el Ciudad de Logroño. Con 7-10 en el marcador, Miguel Ángel Velasco solicitó un tiempo muerto para reordenar a los suyos. La defensa no acababa de encontrarse cómoda frente a Antonio García, Bruno Reguart y un movedizo Esteban Salinas en los seis metros.

Tras el tiempo muerto, el bloque logroñés empezó a encontrarse mejor. La defensa comenzó a tapar agujeros y Jorge Pérez tocó cuero, lo que permitió a los suyos limar diferencias para meterse nuevamente en el partido.

Los centrales –El Korchi suplió a Preciado– pudieron conectar con el pivote o buscar pasillos para los laterales. Rivero, por ejemplo, anotó cuatro goles en esa primera parte y entre el cubano, Palomino, El Korchi y Luciano Silva consiguieron cinco penaltis que David Cadarso transformó en gol.

Así, con más paciencia que otra cosa, el Ciudad de Logroño empató gracias a un tanto de Silva a cuatro minutos del descanso y aprovechando una superioridad y el gran momento de Jorge Pérez –nueve paradas, cuatro de ellas seguidas–, y Rivero puso al frente a los suyos en el minuto final de esa primera parte.

Tras el paso por vestuarios continuó la igualdad. Jorge Pérez perdió un poco de efectividad y el Fraikin aprovechó para ponerse al frente. Con rentas bajas, el conjunto vallesano pareció más entero en esos compases de la segunda parte. Jorge Pérez le costaba parar ante un Granollers amparado en un Antonio García primordial, que se marchó del Palacio con diez goles.

La Copa del Rey parecía alejarse de las manos riojanas. No carburaba correctamente el motor local. Sin embargo, no había caras de preocupación en el banquillo franjivino. Todo lo contrario. Y el bloque logroñés remontó. Javi García, de buena labor, lograba poner a su equipo a comandar el encuentro (25-24) a doce minutos. A partir de ahí, los riojanos volaron.

La defensa mejoró sus prestaciones, Jorge Pérez paró dos balones importantes y el equipo franjivino sentenció para sacar, con justicia y pundonor, el billete a Santander, el otro camino hacia Europa.