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Elena Salcedo recibe el abrazo y cariño de sus sobrinos después de anunciar su retirada. Justo Rodríguez
Baloncesto

«Hasta pronto, baloncesto»

Elena Salcedo, eterna capitana del Unibasket, anuncia su retirada del deporte que le dio todo, aunque seguirá en la Junta del club riojano

Martín Schmitt

Logroño

Jueves, 4 de septiembre 2025, 13:15

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Elena Salcedo no jugará más al baloncesto. La eterna capitana del Unibasket, una de las responsables del ascenso a la Liga Challenge, una de las leyendas del baloncesto riojano, da un paso al costado. La logroñesa lo ha hecho oficial esta mañana en una rueda de prensa cargada de emotividad y sentimientos. A partir de ahora, Salcedo seguirá trabajando del otro lado de la pista, en los despachos. Por lo menos este año.

Le costó arrancar a Elena Salcedo. Las lágrimas brotabas de sus ojos antes de articular palabra. «No me voy a andar por las ramas y voy a decirlo porque creo que hasta que no lo diga en voz alta no voy a acabar de asumirlo con todo lo que ello conlleva. Me retiro», explicó intentando leer un comunicado que se le atascaba a cada palabra. «No pensaba que aquel día en Galicia, cuando levanté el trofeo del ascenso, iba a ser mi último partido en una pista de baloncesto y no he podido tener mejor despedida. Ascenso a Liga Femina Challenge y teniendo el privilegio de ser la capitana de ese grupo de personas tan increíble entre las que me llevo para siempre, amigas de las buenas, de las de verdad. Mi idea era seguir un año más si se daban las condiciones mínimas para hacerlo, pero no ha ocurrido», prosiguió la ahora exjugadora.

«La dirección deportiva no me ha valorado ni ha peleado por mí lo que creo que merecía. Sin embargo, no tengo más que palabras de agradecimiento a la actual junta directiva del club. He sentido por su parte cariño, ganas, empuje máximo para que siguiera y valoración por lo que soy y aporto tanto dentro como fuera de la pista», indicó junto a Toño del Río, directivo del club que le acompañó en su anuncio.

Elena Salcedo no pudo contener las lágrimas en la emotiva rueda de prensa. Justo Rodríguez

«Llevo con un balón en las manos desde que tengo uso de razón. Comencé a los tres años con el mítico hermano Agustín en Maristas, y desde entonces no lo he soltado. Recuerdo perfectamente que un día estando en ese mítico pabellón echando unos tiros mientras mis hermanos entrenaban, alguien me preguntó que quería ser de mayor y yo le contesté baloncestista. Y sabéis lo mejor, que lo conseguí. Conseguí mi sueño, conseguí ser jugadora profesional. Así que me siento muy afortunada por haber cumplido lo que esa niña pequeña soñaba», apuntó.

Salcedo recordó que su camino no fue de rosas. Lesiones, mucho tiempo invertido, esfuerzo, sacrificios... No estar en momentos importantes en la vida de amigos, familia... «Todo por lo que ha sido mi pasión todos estos años, el baloncesto. Y hoy, mirando atrás, puedo decir convencida que ha merecido la pena cada uno de sus esfuerzos».

La excapitana del Unibasket comentó que el baloncesto le ha dado muchas cosas: «He tenido el privilegio de conocer a personas maravillosas que hoy puedo llamar amigas y amigos. Me ha dado momentazos, risas, confesiones, viajes... Me ha ayudado a crecer y a ser la persona que soy hoy. Me quedo también con algo que ha sido un regalo incalculable. Ver a mis sobrinas y a mis hermanos en la grada, animándome, con esos ojos llenos de admiración y de amor. Quiero destacar a dos personas que, repasando mi carrera, han sido importantes. El Biri (Luis Birigay), porque cuando era una cría confió en mí y me ayudó a crecer como jugadora siendo solo una niña. Y a Javi Aladrén, porque es el entrenador que más confió en mí cuando no era nadie y el que consiguió que creyera que podía jugar a esto de verdad. Siendo sincera, tengo cierto miedo a lo que vendrá ahora», esbozó emocionada.

«El baloncesto ha sido una parte de mi esencia todos estos años y ahora voy a hacer algo que todavía no he hecho. Vivir sin baloncesto. Y aunque tenga ese miedo a cómo me sentiré sin ser lo que he sido durante los últimos años, también tengo ganas de ver a dónde me lleva este nuevo capítulo de mi vida», añadió al tiempo que comenzó con el capiítulo de agradecimientos: «A mi familia, porque siempre han sido un apoyo enorme. A Alex y a Julia por haberme dado facilidades para haber podido jugar todos estos años en Logroño. Quiero dar un gracias especial a los que me han seguido a cada partido, a cada viaje, mis padres. Por supuesto, gracias al que ha sido desde el primer día al último, mi fan número uno y el que se sabía mejor que yo todos los datos de la liga, mi hermano mellizo Mario. Y por último, a mi chico, Jorge (Elorduy). Si ha acabado el final de mi carrera al más alto nivel ha sido en mucha parte gracias a ti y a tus consejos», dijo en el Palacio de los Deportes.

«Qué suerte la mía. Así que hoy no digo adiós, porque sería imposible despedirme de lo que ha sido mi casa, mi refugio, mi identidad. Prefiero decir hasta pronto, baloncesto», señaló. «Te dejo como jugadora, pero me quedo contigo como parte de mí, en cada recuerdo, en cada risa compartida y en cada mirada de las niñas que sueñan como yo soñé. Cierro este capítulo con gratitud infinita y con la certeza de que el balón, de alguna manera, seguirá agotando en mi vida. Muchas gracias», sintetizó.

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