Tradicionales recetas con sello de calidad

Su propietario, Ángel Martínez, lo inauguró en 1997, dándole forma de mesón rústico con una iluminación tenue. Mantiene su compromiso inamovible desde el primer día: una apuesta por un trato cercano con el cliente.

Desde los inicios Ángel Martínez ha defendido la comida tradicional. «Lo he hecho desde el principio, incluso cuando todavía ese término no estaba tan en boga» y siempre atento «a lo que el cliente nos solicitaba». Año tras año han ido trabajando duro «y bregando por este camino tan complicado. No es fácil aguantar los 26 años que llevamos, soportando la crisis de 2008 o la pandemia».

Lo que define al asador El Portalón es la calidad del producto. «Es una materia prima seleccionada y garantizamos su calidad», destaca, a la vez que incide en su apuesta en su carta por las verduras de temporada, como cardo, alcachofas o la menestra en esta época.

El cliente, durante todos estos años, ha ido modificando sus gustos. «Quizá antes demandaba más guisos, otros platos. Ahora es más difícil encontrar un restaurante como el nuestro, en el que ofrecemos callos, cordero al chilindrón o un buen rabo de toro. Es una apuesta nuestra». No obstante, El Portalón sobresale igualmente por sus carnes a la brasa, en concreto, por su chuleta, su plato estrella, así como por su cochinillo de Segovia o el cordero –para estos dos últimos hay que reservar previamente para garantizar que nadie se quede sin probarlo–.

Cada año organizan unas jornadas del chuletón. Este 2023 cumplen su edición número veintidós. Durante todos los jueves, hasta el 7 de diciembre, coincidiendo con el otoño, es posible degustar el menú preparado para esta ocasión (a mediodía y por la noche), que maridan con vinos de una determinada bodega cada jueves. «Son las jornadas más longevas y con mayor aceptación», resalta.

Ángel Martínez pone en relieve que «tenemos una clientela muy fiel y nos sentimos orgullosos de ello; valoran la continuidad en la calidad del producto que ofrecemos». Por ejemplo, ha sorprendido el tomate Raf que trae desde Almería y que fue su hijo mayor, ingeniero agrónomo que estuvo trabajando en esa provincia, el que les puso en contacto con un proveedor de esa zona. Desde finales de enero y hasta finales de abril, en función de la climatología, el comensal puede disfrutar de este producto en su restaurante. «Es mejor que el 99% del que tenemos en verano».

La búsqueda de la calidad para que el cliente salga satisfecho del asador El Portalón va unida a una sensibilidad para que personas con intolerancias o alergias puedan acudir a su local a comer o cenar. Desde hace quince años trabaja con productos sin gluten y ofrece platos aptos para personas con celiaquía, de ahí que se haya convertido en un establecimiento de referencia para ellas.

La oferta gastronómica de El Portalón se completa con una carta de vinos con casi 120 referencias, casi todas de Rioja –incluidos vinos de bodegas pequeñas–, pero también de otras denominaciones y países, como Portugal, país del que se confiesa un enamorado.