Raíz riojana con mucha personalidad
Jorge García y Óscar Torres unieron sus dos pasiones, música y gastronomía, y abrieron su restaurante en 2017
Cantaba Héroes del Silencio hace más de 28 años eso de que «todo arde si le aplicas la chispa adecuada» y este verso o cualquier ... otro podría haber inspirado a Óscar Torres y Jorge García para dar nombre a su restaurante, pero encajaba y les gustaba. Así que en 2017, cuando decidieron abrir en la calle Saturnino Ulargui un establecimiento hostelero, La Chispa Adecuada dio nombre a su sueño de juntar sus dos pasiones: la música y la gastronomía.
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Comenzó, recuerda Óscar Torres, como bar de tapas «un poco curradas», con las patatas bravas –«dos sacos de patatas hacíamos diariamente, todavía me acuerdo de aquello»–, guacamole, ensaladilla rusa y croquetas como platos estrella y que aún continúan, como el Bernabé, el pincho con el que ganaron el Delantal de Oro en 2019 y que se ha convertido en la especialidad del restaurante. «Ningún pincho que ha salido de un concurso se ha mantenido tanto en el tiempo como este», incide al hablar de este cucurucho de masa wontón, trucha, esferificaciones de vino y salsa kimchie.
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Dirección Calle Saturnino Ulargui, 4 (Logroño).
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Reservas 941030501.
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¿Qué ofrece? Menú del día los jueves y viernes, al mediodía (17 euros) y carta Existe la posibilidad de menús para grupos.
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Horario de apertura Jueves, viernes y sábado, de 13 a 15.30 horas y de 20.30 a 23 horas; domingos, de 13 a 15.30 horas. Domingo noche, lunes, martes y miércoles, cerrado.
Óscar Torres se ha formado en la Escuela de Hostelería de Santo Domingo de la Calzada, el Basque Culinary Center y con Francis Paniego. «Mi etapa en el Echaurren me marcó mucho, ahí es donde realmente me enganché del todo. La manera de hacer que tienen en esa casa, cómo te tratan, eso hace que quisiera seguir. Posiblemente, si hubiera hecho las prácticas en otro restaurante, me hubiese aburrido y no hubiera seguido. Allí era muy divertido», relata.
La Chispa Adecuada ha ido evolucionando de un bar de tapas «un poco curradas» al actual restaurante
Por sus inquietudes y a raíz de que los clientes así lo demandaban, La Chispa Adecuada ha ido evolucionando hasta ofrecer otro tipo de servicios y de comida, lo que les he llevado, por ejemplo, a las catas maridadas como la que tuvieron el jueves por la noche de cava con platos creados para esta ocasión.
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«Ha sido una continua adaptación a los tiempos. Justo estábamos en un momento creativo muy chulo, cuando vino la pandemia y empezamos a hacer guisos de platos tradicionales. Y cuando pasó la pandemia tuvimos que resetear nuevamente y volver otra vez a la demanda del cliente». En este sentido, señala Torres que en hostelería «estamos en una continua adaptación a la demanda del cliente, teniendo eso sí tu personalidad, pero siempre escuchando al público».
Primero pinchos, luego 'La cuchara del día' durante la pandemia hasta convertirse ahora en restaurante que ofrece, tanto en terraza como en el comedor o en la barra gastronómica, un menú diario por 17 euros –con primer y segundo plato– y una carta donde priman los alimentos de temporada. «Es una oferta más que suficiente para un sitio tan pequeño, con capacidad para entre 24 o 28 personas».
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Influencias de otros países
La estacionalidad del producto marca la cocina en La Chispa Adecuada que tiene raíz riojana y a la que Óscar le da un toque personal y la nutre con influencias de otras gastronomías. «Utilizamos picantes mexicanos, ajís peruanos, pero el toque que le ponemos es el justo, el adecuado», señala haciendo un guiño al nombre de su restaurante.
Ahora es tiempo de setas. Enseguida vendrán la alcachofa y la trufa. Recuerda que el año pasado triunfaron con un plato muy riojano: alcachofas con embuchados, que ponían a modo de crujiente. «Nuestra base es muy local y luego le doy una presentación más moderna», subraya.
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Utiliza lima y vinagre que ayudan a hacer comidas más digestivas. «Desde hace dos años tenemos un plato de escabeche, que preparamos nosotros de manera natural», sostiene Torres.
Su socio, Jorge García, se encarga de la sala y de la selección de vinos. Hace hincapié en que los clientes aprecian «la calidad del producto y lo bien tratado que está. La gente después de haber comido y haber bebido acaba contenta. Ha disfrutado».
En cuanto a la carta de vinos, apuestan por bodegas pequeñas y familiares. «Esa es nuestra filosofía; son casi como artesanos. Lo mismo que en la comida buscamos al pequeño agricultor, que mima más el producto, en el vino es la misma filosofía. Y si tenemos de alguna gran bodega, siempre será lo más raro que tengan», reconoce Óscar Torres. «Que cuiden el producto desde la viña, que lo haga la familia y que trabajen la tierra», añade Jorge García.
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