Paseo por la tradición vitivinícola
Con la Sierra de Cantabria como testigo y en plena Sonsierra riojana, los viñedos ecológicos bordean la bodega construida junto a un viejo molino de piedra del siglo XVII, al estilo de un châteaux francés; una apuesta por el 'terroir' y una pasión por el vino que queda en familia
Hablar de la familia Puelles es hablar de vino y de Ábalos. En el año 1844 adquirieron la finca donde se encontraba el molino de ... piedra del siglo XVII, que se usaba para moler el trigo y otros cereales y que siguió funcionando hasta 1964. La finca del Molino fue el punto de partida de una familia que configuró su bodega en torno al viejo molino y fue aumentándola al estilo Burdeos. Y, así, en un privilegiado emplazamiento –la Sonsierra riojana–, con un paisaje de postal y unas vistas envidiables, los Puelles levantaron su hogar y vieron cumplido su sueño.
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La Sierra de Cantabria es testigo de lujo de los viñedos que rodean la bodega. Pequeñas parcelas, sobre todo de tempranillo, donde se hallan también variedades como el mazuelo, la garnacha y el graciano, protegidas por la montaña y que se adaptan al terreno característico de esta zona tan prolífica y tan sabia de donde nacen sus vinos auténticos y ecológicos. En total, la familia dispone de 21 hectáreas de viñedo –algunas de sus fincas tienen el distintivo de viñedo singular–; seis de ellas bordean la bodega.
ENOTURISMO
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Cata comentada: Degustación de seis vinos. Sin tiempo estipulado de duración. 8 euros (12 euros, con picoteo).
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Visita guiada esencial: Recorrido por la bodega, degustación de cinco vinos y picoteo riojano. Duración: 1 hora y 45 minutos. 18 euros.
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Visita guiada especial: Recorrido por la bodega y visita a lagares rupestres. Cata de cinco vinos (incluida una cata exclusiva de Puelles Zenus) y almuerzo-degustación. Duración: 3 horas. Precio: 40 euros.
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Eventos: Posibilidad de celebrar en Bodegas Puelles un evento o reuniones.
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Reservas: A través de los teléfonos 941 334 415 o 606 446 355; o del correo electrónico reservas@bodegaspuelles.com.
Sorprende la llegada a Bodegas Puelles, a las afueras de Ábalos. Quien la visita por primera vez –fueron pioneros en el enoturismo– tendrá la sensación de adentrarse en un châteaux francés, donde será posible, además, alojarse en su Hospedería del Vino –se alquila entera, no por habitaciones–, que esconde en su interior una piscina climatizada y que se encuentra junto a la vivienda familiar.
Pero, sin duda, fascina el trato familiar que dispensan en cada una de las visitas que realizan Jesús e Irene, padre e hija. Ninguna es igual. Ambos saben transmitir la pasión que sienten por la viña y el vino, además de entender y apreciar los valores familiares, siempre presentes a cada paso que dan.
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Prácticas ecológicas
Jesús Puelles habla en la viña del pasado del viñedo; también del futuro. A pie de campo, como se comprenden mejor las cosas, explica el porqué de sus cepas plantadas en espaldera y el porqué de plantarlas sobre injertos. Irremediablemente rememora la plaga de la filoxera que en 1900 acabó con el viñedo. Y habla también del suelo, de la influencia del viento en el cultivo, porque al final los grandes vinos empiezan en la viña.
Junto a la hospedería se levanta el nuevo edificio que albergará la parte de las oficinas y los depósitos de hormigón y madera. El futuro de una bodega que empezó a comercializar su vino a mediados de la década de los setenta. No obstante, hubo que esperar unos años más hasta que vio la luz su primera botella de El Molino. Desde entonces han logrado encumbrar joyas como su Molino de Puelles 2017 y Zenus 2018.
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