Juan Cornago, músico riojano de Aragón y los Reyes Católicos
La obra del destacado compositor del siglo XV ha sido grabada en medio mundo y por figuras como Victoria de los Ángeles o Jordi Savall
Ha alumbrado La Rioja un buen número de notables músicos y compositores clásicos a lo largo de su historia, como Francisco Javier García Fajer 'el Españoleto', el organista Antonio Brocarte y su familia, el pianista Pedro Albéniz, la diva de la zarzuela Lucrecia Arana, el acordeonista Fermín Gurbindo o, más recientemente, el guitarrista Pablo Sáinz-Villegas, entre otros. Pero antes que todos ellos, allá por el siglo XV, un clérigo natural de La Rioja Baja alcanzó los cargos de músico de la Corona de Aragón, del Reino de Nápoles o de los Reyes Católicos. Su nombre, Juan de Cornago, también conocido en Europa como Johannes Cornago.
Apenas conocido en su tierra, debió nacer el cantor y compositor hacia el año 1400 en la villa de la que tomó su apellido, si bien otras fuentes históricas lo vinculan con Calahorra, seguramente porque, todavía siendo joven, solicitó al papa algunas prebendas para varias parroquias del obispado calagurritano.
Monje franciscano y con grandes dotes artísticas desde niño, en el año 1449 se licenció Juan de Cornago en Teología por la Universidad de París y, un lustro más tarde, formaba parte de la capilla musical que el rey aragonés Alfonso el Magnánimo patrocinaba en la ciudad italiana de Nápoles. Los pocos documentos encontrados sobre su vida informan de que su salario ascendía a 300 ducados al año en 1453, cifra muy elevada entre los miembros de dicha capilla, lo que demuestra la alta consideración del monarca, del que también fue capellán.
Johannes Cornago nació hacia 1400 en la villa de la que tomo su apellido y falleció años años más tarde de 1475
La capilla musical de Alfonso el Magnánimo era una de la más notable de mediados del siglo XV en el Viejo Continente, junto con la de Felipe el Bueno, duque de Borgoña, y la de Enrique VI de Inglaterra, con al menos 22 cantores adultos de ascendencia franco-flamenca, italiana y española, entre ellos el compositor Pere Oriola.
Tras la muerte de Alfonso V, pasó el riojano a componer y a cantar para Fernando I de Nápoles, del que igualmente era limosnero mayor, para, ya en 1475, regresar a España donde sirvió en la capilla de Fernando el Católico, desde hacía años casado con Isabel de Castilla.
Como músico, Johannes Cornago se sitúa en la transición entre el Ars nova (periodo bajomedieval que innovó la grafía musical y la polifonía) y el Renacimiento, al tiempo que es considerado como el primer compositor español conocido del que ha llegado hasta nuestros días un notable número de obras.
Un total de 15 composiciones de Juan Cornago se conservan en la actualidad, de las que cuatro pertenecen al género religioso y las once restantes al profano, Ocho de ellas con texto en español y tres en italiano.
Buena parte de las obras de Cornago se incluyen en el 'Cancionero de Montecassino', un manuscrito napolitano sobre la música de la segunda mitad del siglo XV, que también contiene composiciones de Loyset Com-père, Philippe Caron, Hayne van Ghiseghem, Pere Oriola, Johannes Ockeghem, Guillaume Dufay y otras de autor desconocido.
Obras más destacadas
No obstante, al ser guillotinados los márgenes de las partituras y parte de su información sustancial de los pliegos, con motivo de una nueva encuadernación en el siglo XVII, es posible que alguna de las piezas anónimas también llevara el sello del riojano. Igualmente, destaca la participación de Johannes Cornago en el 'Cancionero de Palacio', manuscrito con 469 obras y custodia la Real Biblioteca de Madrid, así como en el 'Cancionero de la Colombina', en la catedral de Sevilla.
Entre sus composiciones más importantes cabe destacar Donde estás que non te veo (a tres voces); Gentil dama non se gana (a tres voces); Moro perche non dayfede (a tres voces); Morte o merce (a tres voces); Non gusto del male estranio (a tres voces); Porque más sin duda creas (a tres voces); Pues que Dios te fizo tal (a tres voces); Qu'es mi vida preguntays (a tres voces; versión a cuatro voces con contratenor I y II de Ockeghem); Según las penas me days (a tres voces); Señora, qual soy venido (a tres voces, con contratenor de Triana, contrafactum: Infante nos es nasçido) o Yerra con poco saber (a tres voces).
Existen decenas de grabaciones en el mundo de la música de Cornago desde 1955, las primeras a cargo de la soprano barcelonesa universalmente conocida Victoria de los Ángeles y, de la misma forma, las obras del riojano han sido grabadas e interpretadas por el prestigioso violagambista, director de orquesta y musicólogo Jordi Savall.
Aunque no hay constancia de dónde y cuándo falleció Johannes de Cornago, su desaparición debió producirse años más tarde de 1475.
El 'Cancionero de la Colombina', un tesoro con piezas de Cornago
El 'Cancionero de la Colombina' es un manuscrito español que contiene música del periodo renacentista de finales del siglo XV, copiado entre 1460 y 1480. Probablemente la 'Colombina' fue compilada para alguna familia noble de Sevilla, como los duques de Medina Sidonia, con la que Juan de Triana, compositor predominante en este cancionero y colaborador de Cornago, mantuvo notable relación.
Tras lustros de investigaciones, sabemos que el 'Cancionero de la Colombina' fue adquirido en 1534 por el segundo hijo de Cristóbal Colón, el bibliófilo Hernando Colón, quién lo agregó a su riquísima biblioteca sevillana de más de 15.000 volúmenes, conocida como Biblioteca Colombina. A su muerte, la todas estas joyas pasaron a la catedral de Sevilla, donde aún se conservan.
El cancionero contiene 95 piezas musicales, algunas de ellas incompletas. De ellas 53 permanecen anónimas. Entre los compositores con obras en el manuscrito destacan Juan del Encina, Johannes Ockeghem o Juan de Urrede.
Resaltar, por último, que Cornago es reconocido como uno de los primeros compositores españoles plenamente incorporados al Renacimiento. Con su regreso a España al final de su carrera, como hicieron otros miembros de la capilla real napolitana, contribuyó de modo decisivo a la renovación del panorama musical hispano.
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