Una juventud implicada en el arte y la cultura
En la década de los noventa y a principios del nuevo siglo organizó la feria Urbania, el taller de rock, encuentros literarios y el festival Calagurris Rock
En la década de los noventa surgió en Calahorra el Club Urbano integrado por gente joven con una gran inquietud por organizar actividades culturales en ... la ciudad.
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«Nuestro objetivo era que todo aquel que quisiera ofrecer algo artístico pudiera hacerlo, bien relacionado con música, escultura, pintura...», comenta Miguel Ángel Jiménez, que fue presidente de esta asociación.
Ofrecía además un taller de rock donde los propios miembros del club enseñaban a tocar a los chavales y que supuso el punto de partida de diferentes bandas.
«Impartíamos las clases nosotros en un local del matadero viejo y el Ayuntamiento nos ayudaba económicamente para comprar el material. Más adelante la escuela de música recogió el testigo con los combos. Hasta entonces aquí en Calahorra había un vacío. Los jóvenes no podían aprender la dinámica de funcionamiento de un grupo», explica Miguel Ángel.
Cuando realizaban esta y otras actividades, los responsables del club vieron que faltaba algo, la manera de mostrar el arte creado.
Por eso surgió el evento Urbania que ofrecía en la calle actuaciones, exposiciones de diferentes disciplinas artísticas, graffittis en vivo y otras propuestas. Los autores e intérpretes llegaban de La Rioja y otras regiones. Se hacía en el paseo del Mercadal y en 2001, la cuarta edición (después de un año de paréntesis) se realizó en la Avenida de Valvanera.
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El Club Urbano fue uno de los artífices de la Federación de Músicos Amateurs de España y acudió a concentraciones anuales en Lleida, Guadalajara y Soria.
Miguel recuerda que a lo largo del año preparaban encuentros literarios y conciertos. Cita a Ixo Rai! en el pabellón deportivo o Los Berzas en el parque del Cidacos. También propusieron al Consistorio traer a Apache, como así ocurrió.
«Nosotros también recuperamos la fiesta de San Juan y pedimos ayuda a Cruz Roja y a los scouts. La celebración de San Juan había desparecido y Sara Barcenilla tuvo la idea de volverla a hacer. El primer año preparamos chocolate para 500 personas en el pantano y acudieron 2.000. Al siguiente aumentamos a 2.000 raciones, en el Cidacos, y vinieron 5.000», señala el que fuera presidente de esta agrupación juvenil.
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El Club Urbano surgió por la inquietud de los jóvenes que querían mostrar las actividades artísticas en Calahorra
Miguel Ángel Jiménez fue su presidente y recuerda que también recuperaron la fiesta de San Juan que había desaparecido
Cuando se dejó de organizar la feria Urbania, para gastar el dinero del remanente del club y repercutirlo en la cultura de la ciudad, organizaron seis ediciones del festival Calagurris Rock desde 2005 con grupos locales y riojanos, en la sede de la Peña Calagurritana.
«Estábamos muy arropados con nuestros padres, con profesionales como Ángel (Zócalo) y Teo (Multiocio). Carlos Torres Checa pertenecía al club y además era técnico municipal, lo cual facilitaba las cosas», continúa.
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El Club Urbano desapareció por falta de relevo, después de utilizar todo el dinero en el Calagurris Rock y hasta que se pudo aprovechar el material técnico del que disponía, que se dejó a quien lo necesitaba.
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