El solemne acto, con aires cinematográficos, se retransmitió en línea para todo el mundo
La tecnología obró el milagro y estudiantes de más de 70 países se unieron este sábado desde la distancia para cumplir el sueño de graduación en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Más de 34.000 estudiantes fueron convocados por la tarde en un acto que fue retransmitido en buena parte el planeta desde el Monasterio de San Millán por su significación histórica como cuna del castellano. El evento deslumbró gracias a una cuidadísima retransmisión en línea, incluso con aires cinematográficos, en la que no faltó la presencia de drones para captar la mejor imagen nocturna desde el aire.
La primera graduación virtual en la historia de la universidad, que se realizó mediante un formato que combinó actuaciones digitales y en línea, resultó ser una celebración muy especial y emotiva para toda la comunidad educativa después de dos años «duros e intensos», tal y como destacó el rector de UNIR, José María Vázquez García-Peñuela, que quiso reconocer expresamente el esfuerzo de los graduados. «Estamos muy orgullosos de vosotros», les dijo desde el púlpito elevado del refectorio del monasterio emilianense, espacio elegido para acoger a una pequeña presencia física de alumnos, personalidades del ámbito civil, social y educativo riojano, así como a autoridades educativas.
Vestidos con birretes y el traje académico, la comitiva docente protagonizó uno de los momentos más solemnes con su lento recorrido por una alfombra azul (color corporativo de UNIR), que comenzó en la escalera real, continuó por el claustro y el Salón de Reyes para acabar en el refectorio.
Entre ellos también, once alumnos de las seis facultades de la UNIR, que fueron los encargados de representar a otros miles de compañeros que siguieron en ese momento la celebración desde sus hogares, la mayoría desde España, Ecuador, Perú, Colombia y otras nacionales latinoamericanas. Otro de los escenarios elegidos fue la biblioteca emilianense, donde tuvo lugar la lectura de la lección magistral, a cargo de la directora del Área de Grados de la Facultad de Educación de UNIR, Carlota Pérez Sancho, quien disertó sobre la digitalización y el papel de la educación en línea, más allá de la urgencia de la pandemia. «Es imprescindible que la implantación de la tecnología vaya de la mano de transformaciones metódicas, de manera que no solo cambie el medio utilizado, sino las estrategias didácticas de los profesores», fueron sus palabras.
Tras la lectura tuvo lugar uno de los momentos más emotivos: el réquiem en homenaje a las víctimas del coronavirus que acogió para la ocasión una emotiva interpretación con piano en el monasterio de Suso. Tras el testimonio de algunos alumnos, se procedió a la entrega de diplomas a la representación de estudiantes que se encontraba en San Millán y, posteriormente, tomó la palabra desde Bogotá el representante de los alumnos egresados, Luis Evelio López.
A continuación, se procedió a la entrega de los diplomas conmemorativos, que los estudiantes se pudieron descargar de forma personalizada desde sus ordenadores o teléfonos móviles. Pero esta no fue la única sorpresa, ya que durante el acto se emitieron dos emotivos vídeos. Uno, dedicado a la fuerza de los alumnos por cumplir sus sueños, y otro, a La Rioja, con el fin de resaltar los valores culturales de la región.
En las pantallas se pudieron ver imágenes de lugares reconocibles de la ciudad como la Fuente de Los Ilustres, mientras que en otro momento se escucharon las palabras agradecidas de alumnos de distintas partes del mudo: «Mi vida ha dado un giro de 360 grados»; «matricularme fue un gran paso adelante en mi vida profesional»; «se me abrieron todas las puertas...», fueron algunos de los mensajes trasladados por los alumnos.
Todos los estudiantes recibieron numerosas felicitaciones, que fueron proyectadas en la ceremonia, entre ellas las de destacadas personalidades como la expresidenta de Ecuador, Rosalía Arteaga, que alabó el inmenso esfuerzo de los estudiantes al estudiar una carrera. «No se trata solamente de sacar buenas notas, sino sobre todo de adquirir conocimientos y ahora que los habéis adquirido, os toca ingresar en el mundo laboral, continuar en él o mejorarlo», dijo.

También se escuchó en San Millán la voz de la exministra de Educación de Colombia, María Cecilia Vélez, así como la del director de la Fundación Madri+D, Federico Morán, junto a los mensajes de una nutrida representación del mundo académico, científico, artístico y empresarial de España y Latinoamérica.
Como es preceptivo en este tipo de celebraciones, el rector, José María Vázquez García-Peñuela, cerró el acto con el himno universitario 'Gaudeamus igitur', que fue interpretado desde el claustro por un coro, con una original versión con acordes y cante flamenco mientras se proyectaba una imagen cenital de Yuso.
Concluía de esta manera un acto -dirigido por Antonio Gutiérrez Hinojosa-, que tuvo como objetivo mezclar la parte histórica con la modernidad de UNIR, la universidad en línea.

El modelo universitario en línea ha facilitado que miles de personas puedan continuar formándose, a pesar de las actuales circunstancias sanitarias. La ceremonia de graduación reunió varios testimonios de estudiantes que han demostrado que su capacidad de superación está por encima de todos los límites. Luis Evelio López, egresado del master universitario en Didáctica de la Lengua en Educación Infantil, habló desde Bogotá en nombre de todos los compañeros graduados. Una intervención muy especial porque este alumno, que ha recibido las mejores valoraciones de los profesores, es invidente. «La pandemia nos privó del contacto, nos escondió los libros, porque hasta las bibliotecas y librerías debieron cerrar, y a muchos nos robó familiares y amigos, pero lo que no pudo robarnos es la esperanza», señaló al tiempo que apeló a hacer un buen uso de la formación académica. «Cuantos más títulos o formación tengamos, mayor debe ser nuestra labor de servicio».
Otra de las participantes virtuales en la graduación fue Tania Martí, cuya historia también es todo un ejemplo de coraje. Graduada en Derecho y con un posgrado en el ejercicio profesional de la abogacía, hace dos años decidió matricularse en esta universidad para cursar el master en formación del profesorado de ESO y Bachillerato en la modalidad FOL. Comenzó a estudiar mientras criaba a su primer hijo y estaba embarazada del segundo cuando le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin. «Fue un cóctel total, porque además me contagié de COVID..., todo se desmoronó, pero aun así seguí estudiando porque necesitaba tener ejercitada la mente, tener ilusión y pensar que todo seguía en cierta manera su rumbo». Tania robó horas a la noche para estudiar y finalmente se graduó con muy buenas notas, incluso algunas matriculas de honor.
Desde su casa en Reus y ya recuperada quiso transmitir que, pese a las dificultades, si se tienen claros los objetivos no hay que rendirse: «Estaba hecha un flan, pero el apoyo de mi tutora fue clave, es una universidad virtual, pero con muchas personas detrás».
Erika Garía, presente en San Millán, también se refirió al modelo flexible de UNIR como una de las claves de su éxito. Egresada del grado de Ciencias Políticas y Gestión Pública y representante de estudiantes de Ciencias Políticas, sus inicios académicos estuvieron ligados a la FP. Creó su propio negocio de peluquería y estética, pero siempre le quedó la ilusión de poder trabar en la administración local. Embarazada de su segundo hijo, aprobó el acceso a la universidad y posteriormente se matriculó en UNIR. Acabó el grado en octubre de 2020 y desde hace un mes es secretaria del Ayuntamiento de Castellsera, en Lérida. «Ha sido fundamental el apoyo humano y la comprensión que he encontrado, la universidad ha sido para mí un traje a medida».

El rector de UNIR, José María Vázquez García-Peñuela, honró este sábado en su discurso pronunciado en el refectorio de San Millán el esfuerzo y la constancia en el estudio de los alumnos durante la pandemia, una felicitación que hizo extensiva a sus familias por su apoyo decisivo en la consecución de sus títulos.
A pesar de las dificultades, UNIR ha realizado todos los esfuerzos a su alcance y llevado su método y propuestas académicas para que miles de personas en el mundo no dejaran de estudiar al ritmo que venían haciéndolo: «Nos ha parecido oportuno no esperar más y que no concluyera este segundo año de pandemia sin que, de la mejor manera que nos fuera posible, reconociéramos el mérito de quienes en estos dos últimos cursos han concluido sus estudios en nuestra universidad». «Ojalá que quienes los acaben a partir de ahora puedan celebrarlo como siempre lo han hecho», dijo en su alocución.
El responsable académico también se refirió al privilegiado e histórico entorno de San Millán, «un lugar de máxima significación histórica para quienes formamos parte de esa ingente comunidad humana de más de 500 millones de personas que nos expresamos mediante la lengua española». «Tener como lengua propia un idioma hablado por tantos millones de personas y en tantas naciones distintas -dijo en su discurso- es un regalo que se nos ha hecho y del que en ocasiones no somos conscientes». Vázquez concluyó recordando que «nuestra universidad puede, gracias al español, impartir a través de Internet su docencia en todas las naciones en las que se habla y en muchas otras donde, por las circunstancias que sean, hay hispanohablantes».