Zaldierna quiere recuperar su horno
Vecinos de la aldea riojalteña han solicitado al Gobierno riojano ayuda para solucionar el deterioro del antiguo elemento
Los vecinos de la aldea de Zaldierna quieren recuperar su horno comunitario. Estuvo funcionando hasta hace veinte años y, más allá de su labor como cocina de pan, cordero y postres, era un centro de reunión entre las familias que todos echan de menos.
La aldea cuenta con una veintena de habitantes censados, aunque durante el invierno habitan cinco personas. Sin embargo, durante los meses estivales multiplica su población con vecinos procedentes de Logroño o Bilbao, que cuentan con una bonita casona de piedra en la que refugiarse en cualquier momento del año. Porque la aldea es un paraje pintoresco y bucólico entre los bosques de la Sierra de la Demanda, cuya antigüedad se remonta al siglo X.
Su horno no es tan antiguo, pero lo consideran una pieza clave de su patrimonio histórico y también social. Por ello, solicitaron al Gobierno de La Rioja el impulso de las acciones necesarias para la catalogación de este elemento comunitario, como edificio de valor histórico y etnográfico, impulsando las acciones de recuperación necesarias para solucionar su situación de abandono y avanzado estado de deterioro. Para ello, los vecinos contrataron la elaboración de un proyecto, aunque fue descartado.
«Entendemos que la Comunidad aportaría un porcentaje de la inversión en la reparación y en torno al 30% estaría a cargo del Ayuntamiento», señalaba María Jesús Gismero. «Nosotros estamos dispuestos a aportar esa cantidad. Ya hemos trasladado al Ayuntamiento de Ezcaray el compromiso de la aldea de hacer frente a ese gasto», incidió otro vecino, Fernando Goded.
«Nosotros estamos dispuestos a aportar la cantidad que corresponde al Ayuntamiento», señaló
El horno de Zaldierna es una construcción de la que solo existen referencias escritas de principios del siglo XX, sin embargo su construcción original podría remontarse varios siglos atrás, a la época de la reconstrucción de la iglesia de San Sebastián, del siglo XVIII. Así lo explicaba Víctor Gómez Garrido, nacido en la aldea hace 89 años, descendiente del regidor del Concejo. «Pienso que los hornos de las aldeas, que sirven para cocer el pan, el alimento base, se construirían antes que las ermitas e iglesias y, si estas se hicieron parroquias en el año 1532, deduzco que la antigüedad del horno de Zaldierna es anterior al año 1532». Como recordaba, fue «construido y mantenido desde sus comienzos por los vecinos y prestó durante siglos un servicio fundamental para la supervivencia, «reuniendo al vecindario para la elaboración del pan y como el más importante lugar de unión de los vecinos».
Posteriormente comenzó su deterioro y, hasta final del siglo XX, el horno, aunque de forma más extraordinaria, siguió dando servicio a la comunidad de vecinos y reuniendo en los días importantes de la aldea a varias generaciones de familias.
Así lo recuerda también Milagros Hoyuelos Altuzarra, de 79 años, quien contaba que «se recogía el centeno, el trigo y se molía en el molino –también a la espera de restauración–. Para hacer el horno se cogía escoba del monte, que se calentaba allí, cernían la harina y cocían dos o tres panes a la vez –recordaba–. Después, se hacían unas tortas riquísimas de manteca de cerdo y los chavales esperábamos por aquí a ver si nos daban algo, pero nunca llegaba porque decían que estaba muy caliente. En memoria de todos ellos, quiero que se recupere el horno para que los nietos y familias lo disfruten como hemos hecho nosotros», manifestó con determinación.
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