San Vicente | Vintae Wine Fest

La lluvia no frena el asalto de los piratas

San Vicente vuelve a atraer la atención de cientos de visitantes, concretamente 900, que se acercarán durante los tres días que dura el Vintae Wine Fest. Proceden de muchas partes de la geografía española así como de otros países: «Todos los años viene mucha gente y la mayoría son de fuera de La Rioja. Además tenemos muchos visitantes de Italia, Francia, Panamá, Estados Unidos, Bélgica, Portugal y Puerto Rico», explicó Raquel Viejo, encargada de la comunicación del festival.

Este sábado se ha celebrado la segunda jornada en la que los de piratas asaltaron el pueblo riojalteño. Todos buscando un mismo botín: divertirse al son de la música. Sin embargo, el mal tiempo trajo lluvia y mucho viento que afectó sobre todo al principio de este día e hizo que algunas actividades se retrasaran un poco y que a los disfraces de este año se sumaran los chubasqueros como piezas imprescindibles de los atuendos.

«En esta edición decidimos realizar el festival un poco más tarde que otros años para no coincidir con San Mateo y otras celebraciones. Otros años siempre hemos tenido buen tiempo, esta es la primera vez que nos pilla así», afirmó Viejo.

Aun así, nada de eso impidió que los piratas bebieran, comieran y participaran en los juegos, donde realizaron el sogatira, lanzaron globos de agua y compitieron en postes mientras aguantaban el equilibrio.

Ya por la tarde se hizo una merendola y después los piratas saquearon las calles en el desfile corsario de la mano de Electromotores Electrocharanga y el DJ Diego Elías. Los que todavía tengan fuerzas al final del día podrán disfrutar de la orquestina Anarcoyeyé, la sesión del DJ Alberto Garal y el gran show final.

Por ello, tanto los participantes, simulando ser corsarios con sus espadas, parches y pistolas, como la ambientación que te sumergía en un barco del siglo XVII, han hecho de esta experiencia un gran atractivo.

Mañana será la tercera y última jornada del festival y en esta los piratas guardarán sus trajes y vestirán sus mejores galas para visitar la bodega Hacienda López de Haro. Ahí podrán superar la resaca con la rumba Paripé y se servirá un banquete con platos de 'estrellas Michelin'.

El tardeo tendrá mucha música y vino y poco agua, y finalmente a las 18 horas concluirá la fiesta con una despedida hasta la siguiente edición. Dejando así a los participantes expectantes por conocer la temática en la que se ambientará el próximo año.

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