Lardero, contra la procesionaria
Lardero. El Ayuntamiento trata los pinos de la localidad para evitar problemas con la oruga urticante de primavera
Uno de los principales temores de los dueños de perro cada primavera es la procesionaria. Esta oruga, que se defiende con unas púas urticantes, supone un peligro leve para el hombre y grave para las mascotas. Este lepidóptero es propio de los pinos y, aunque todavía estamos en invierno, las altas temperaturas de las últimas semanas han propiciado que se adelante su aparición. A su contacto, en su forma de oruga, antes de convertirse en mariposa, puede provocar irritaciones, dermatitis y alergias. El nombre de procesionaria lo recibe por desplazarse en hilera, a veces de varios metros, como en procesión.
El equipo de Gobierno de Lardero ha contratado a la empresa especializada SanSan el tratamiento 'Procesan' contra la procesionaria. «Otros años ya se habían hecho otras actuaciones, tratamientos con otros sistemas por medio de la empresa adjudicataria del mantenimiento de parques y jardines, y, de hecho, en otoño se vuelve a actuar de forma preventiva, pero ahora hemos contratado a unos especialistas para llevar a cabo un nuevo tratamiento, que consiste en colocar unas trampas, las llamadas Procesan, en el tronco de los árboles para evitar que las orugas lleguen al suelo», explica Marta Elguea, concejala del Ayuntamiento de Lardero.
De esta manera, no solo se han eliminado los bolsones o nidos existentes en los árboles, también se han fumigado troncos, ramas y aurículas de los pinos e instalado trampas para la captura de orugas. El tratamiento se completa con intervenciones en septiembre y noviembre, coincidiendo con los ciclos de actividad de las orugas. «Los propios dueños de perros nos habían trasladado su preocupación por la aparición de la procesionaria, por lo que hemos decidido actuar de forma más específica en los pinos», advierte Elguea, aclarando que «el proceso químico empleado no es nada nocivo».