En guerra contra el mosquito tigre
El Consitorio jarrero ha compartido algunos consejos sencillos para evitar la propagación del insecto en la ciudad
El Ayuntamiento de Haro compartió ayer algunos consejos con la ciudadanía con el objetivo principal de prevenir la propagación del mosquito tigre.
«Se trata de actuaciones básicas que puede seguir cualquiera ya que, aunque hay muchos sitios donde se puede colocar este insecto, el humano puede llevar a cabo muchas acciones para evitarlo», explicó ayer el concejal Jesús Rioja.
El mosquito tigre es una especie invasora procedente de Asia con rayas blancas y negras. Es de un tamaño muy pequeño, de entre 5 y 10 milímetros, cuya picadura, aunque es más molesta que la de un mosquito, en algunos casos puede transmitir enfermedades como el zika, el dengue y el chikungunya.
«Los venajos o Fuente del Moro pueden ser zonas de riesgo de propagación en las que hay que tener especial cuidado»
La hembra deposita los huevos en recipientes o en lugares con agua estancada como charcos con poca cantidad de agua, este suele ser el hábitat perfecto para su reproducción.
Por ello, el método más efectivo para controlar su proliferación es evitar la acumulación de agua. Alguna de las medidas preventivas generales que proponen desde el Gobierno de La Rioja es la limpieza y vaciado de objetos y contenedores en los que se pueda acumular agua, como macetas, bebederos de animales ubicados en el exterior, para los que se recomienda taparlos, así como una renovación del agua y controles continuos, especialmente en épocas de calor, en canalones, donde se aconseja la recogida de los residuos vegetales; en agujeros o depresiones del suelo; cementerios; centros educativos; huertos y fincas; o jardines y piscinas, entre otros.

«Entendemos que la zona de Fuente del Moro o en los venajos pueden ser zonas de riesgo en la que hay que tener especial cuidado, sobre todo al haber muchos recipientes a la intemperie», comentó el edil.
De ese modo, en caso de localizar a este insecto, se puede acceder a la aplicación que aparece en los carteles a través del código QR e informar de la localización donde se ha encontrado al mosquito tigre.
En Haro también se realizan controles dentro del 'Programa de vigilancia y control de mosquitos del género Aedes' del Servicio de Salud Ambiental y Nutrición, con el objetivo principal de proteger la salud de las personas de los riesgos derivados de la proliferación de mosquitos del género Aedes.
Trampas en Haro
Durante el año pasado, a través de las 19 trampas de ovisposición y las dos trampas para adultos, se detectó la presencia de mosquito tigre en cuatro ubicaciones de Haro. «Estas se colocan durante el mes de abril y, en caso de no se detecte el insecto, la vigilancia termina en noviembre», explicó el concejal Borja Merino.
Las trampas de ovisposición consisten en un recipiente con agua en el que se coloca una tablilla en la que los mosquitos realizan la puesta de huevos. Las tablillas se examinan bajo un microscopio esteoroscópico en busca de huevos y, en caso de encontrar huevos con morfología compatible con especies del género Aedes, se envían al laboratorio regional de la CAR para su confirmación mediante técnicas de biología molecular (PCR). Estas trampas se revisan de forma ordinaria cada dos semanas.
Las trampas de adulto BG Sentinel permiten evaluar de forma cuantitativa la presencia del vector. Estas trampas disponen de atrayentes específicos para mosquitos antropófilos. Son revisadas semanalmente y los adultos capturados son identificados mediante microscopio estereoscópico clasificando los ejemplares por sexo, puesto que las hembras son las únicas transmisoras de enfermedad.
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