La plaza de toros salta la barrera de los cien años

Tan solo seis meses costó que Calahorra levantase su actual plaza de toros en el siglo pasado. Un edificio de piedra y madera, diseñado para albergar a unos 6.000 espectadores y que puede presumir ya de llegar a la barrera de los cien años. El pasado mes de mayo se cumplió el centenario del inicio de las obras de construcción del coso, que el 31 de agosto de 1924, día grande de las fiestas patronales de Calahorra, se inauguraba por todo lo alto. La ciudad había contado con anterioridad con otra plaza de mampostería y madera (de 1880), situada en los terrenos donde se encuentra el teatro Ideal. Desafortunadamente, esta acabó pasto de las llamas en un incendio, en 1914.

Calahorra se quedaba entonces sin plaza, hasta que una década después surgía una empresa local para dotar al municipio de un nuevo coso. Se constituía entonces la Sociedad Plaza de Toros de Calahorra, la cual emitió 200 acciones por un valor nominal de 500 de las antiguas pesetas cada una. Por los terrenos, en la ahora calle Bebricio, no hubo que pagar ni un duro. Emilio Saralegui los donó para la causa y el 31 de agosto del año de su construcción se lidió su primera corrida con toros de Marquesa de Villagodio. En la terna participaron los matadores Joselito de Málaga, Mariano Montes y Fausto Barajas.

Sus años dorados, como en muchas plazas del país, fueron los de la segunda mitad del siglo pasado. No hay más que buscar los carteles de esa época para comprobar que pisaron el albero del ruedo, con un diámetro de 44 metros, toreros de la talla de José Antonio Campuzano, Paquirri, El Yiyo, Francisco Ruiz Miguel, Julio Robles, Dámaso González, Curro Vázquez, Espartaco o Joselito. «En los 90 se podían ver en fiestas hasta seis corridas», destaca también de la trayectoria del coso el presidente del Club Taurino de Calahorra, Miguel García, quien valora que a «pesar de ser una plaza de tercera categoría» ha sido «de las más importantes del norte de España». «En los 90 pasaron toreros como El Juli, Ponce, Joselito, Jesulín...», añade.

De la plaza calagurritana Miguel García no pasa por alto la «humanidad» que dejaron los médicos taurinos Victorino Imaz y Antonio Domínguez, que «incluso salvaron vidas» en graves cogidas, como la de Campuzano en 1984.

Llegado al umbral de los cien años, y después de que en 2020 pasase a ser edificio protegido en el Plan General Municipal, la plaza se prepara para una importante remodelación, enfocada a hacer del inmueble un lugar accesible y a dotarlo de una cubierta. El Ayuntamiento acaba de hecho de licitar la redacción del proyecto para esta reforma, por un precio de 171.826 euros. El centenario de la plaza es motivo, por otro lado, para que este año se celebre en Calahorra la final del bolsín taurino de La Rioja. La cita será mañana sábado (18.00 horas), con los novilleros Isaac de Cádiz, Hugo Casado de Barcelona y Julio Méndez de Ávila.

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